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INGLATERRA

Robbie Fowler, un ídolo en segunda división

El idolatrado exjugador del Liverpool entrena con el Blackpool

Robbie Fowler, un ídolo en segunda división

V. P.

A sus 36 años, el «terror de Toxteth» ameneaza con volver al fútbol profesional inglés. Robbie Fowler , ídolo en Anfield durante los años noventa, ha entrenado este jueves con el Blackpool F. C., un histórico equipo de la segunda división inglesa.

«El entrenamiento de hoy ha sido un poco religioso. Brilla el sol y DIOS ha venido para entrenarse con nosotros por unos días». Las palabras de Gary Taylor-Fletcher reflejan el entusiasmo del equipo mandarina tras la aparición de Fowler. «Sigo pensando que tiene hambre, que quiere jugar y que tiene indudable calidad», apuntilla el técnico Ian Holloway, que no ha desvelado si Robbie será uno más de la plantilla.

A finales de los noventa, Fowler era una mina de oro para los periódicos. Por su talento -llegó a marcar 36 goles en una temporada- y, especialmente, por su polémico carácter. Famoso fue su apoyo a los estibadores del muelle de Liverpool como recordada es la jugada en la que pidió perdón a David Seaman por simular un penalti. Pero, especialmente, ningún aficionado del Liverpool olvidará aquella celebración tras marcar al Everton en la que simulaba esnifar cocaína y que le costó una sanción de cuatro partidos.

El distanciamiento con su técnico, Gerard Houllier, le terminó por abrir la puerta de un Anfield que por entonces se refería a él como «Dios». Las lesiones le estropearon su aventura en el Leeds United, donde marcó 15 goles en 31 partidos. Luego pasaría cuatro años en el Manchester City, pero la mente de Fowler siempre estuvo con el Liverpool. Viajó a Estambul para vivir en la grada la histórica remontada en la final de la Champions League que coronó a los «reds» de Benítez en 2005.

Viaje al otro fútbol

Medio año después, el niño prodigio volvía a casa. Anfield se lo agradeció con enormes pancartas en las que se congratualaban por el regreso de Dios al paraíso. En The Kop, como diría Bill Shankly, el fútbol es mucho más que una cuestión de vida o muerte . Pasó temporada y media en la disciplina de Benítez hasta que, con 32 años, quedó libre. Probó en el Cardiff y en el Blackburn Rovers. Pero nada era como Anfield.

En febrero de 2009 Fowler se aventuró a firmar por el North Queensland Fury, un equipo de la liga australiana . De ahí pasó al Perth Glory, en el que acabó como máximo goleador. El verano pasado, Robbie se decidió a probar en Tailandia. Fichó por el Muangthong United y acabó la temporada como jugador-entrenador.

La siguiente parada para Fowler era en la India. Allí se ha venido gestando un campeonato con estrellas en el ocaso de su carrera como Robert Pires, Hernan Crespo o Fabio Cannavaro. Sin embargo, el torneo fue cancelado al no contar con recintos apropiados para disputar los partidos.

Un humilde con historia

Fowler consiguió amasar una enorme fortuna durante sus mejores años como futbolista. Incluido en la lista de los 1.000 británicos más ricos , algunos medios apuntan a que tendría cerca de 80 propiedades inmobiliarias y unos activos de hasta 28 millones de euros. Por eso, en las gradas del estadio del City, se puede escuchar el «todos vivimos en una casa de Robbie Fowler».

Coincidencia o no, Fowler ha elegido entrenar con el Blackpool, un equipo histórico para el fútbol inglés. También para el europeo, ya que el primer Balón de Oro de la historia fue para Stanley Matthews, que superó en la votación a Alfredo Di Stéfano y a Raymond Kopa. La hinchada mandarina tiene nuevo ídolo.

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