«Parada» para respostar

El paro de una hora convocado ayer por 19 colectivos empresariales de Castilla y León en protesta contra el denominado «céntimo sanitario» tuvo un seguimiento desigual y menor de lo esperado, ya que en provincias como Burgos, León, Palencia y Zamora buena parte de los taxistas pararon entre las 11 y las 12 horas, y hubo estaciones de servicio que dejaron de suministrar carburante, mientras que en otras como Valladolid, Segovia, Soria, Zamora y Salamanca se trabajó con normalidad.

Desde la Federación de Castilla y León de Asociaciones de Estaciones de Servicio estimaron que entre un 50 y 70 por ciento de las gasolineras de la Comunidad cerraron durante esa hora, mientras que la Federación de Asociaciones Provinciales de Transportes de Mercancías por Carretera llevó su cálculo hasta el 80%o de los conductores de vehículos de la Comunidad pararon mientras hacían sus rutas, informa Ical.

Raúl Ares fue uno de los taxistas que optó por no hacer el paro. Estacionado en la parada de la plaza Poniente de la capital vallisoletana, reconocía estar en contra «del mal llamado céntimo sanitario, porque no es uno, son cinco». Pese a mostrarse crítico con la medida, explicó a ABC que no había seguido la medida «porque son varias veces las que nos hemos manifestado para que luego, a corto o medio plazo, no se vean resultados». En este sentido, confesaba tener pocas esperanzas al afirmar que «está todo el pescado vendido» y que el impuesto «no tiene vuelta atrás». En la misma linea, se expresó Laureano López, quien tambén decidió trabajar, pese a que la aprobación del céntimo sanitario le parece «fatal». Este taxista, con 34 años de experiencia frente al volante, criticaba que el paro programado «no tiene razón de ser» y justificaba su opinión en que el día anterior habían estado «hasta cuatro horas para coger una carrera», por lo que al igual que Ares no estaba por la labor de perder un día de trabajo.

El paro tampoco se dejó notar en las estaciones de servicio leonesas. De 11 a 12 de la mañana de ayer permanecieron abiertas «como cualquier día» y los clientes pudieron repostar con normalidad, ya que según indicó el responsable de la gasolinera Repsol OpenCor próxima a la delegación territorial de la Junta, «no estábamos convocados» a este paro, del que aseguró que se enteraron «por los clientes y los medios de comunicación».

Mientras, los clientes de las gasolineras criticaron una nueva subida de los precios que «no va a ser buena para nadie» y se quejaron de que tengan que ser los ciudadanos los que deban «apretar el cinturón» para hacer frente a la crisis «aguantando más impuestos».

En cambio, los taxistas de la ciudad y el sector del transporte fueron los claros protagonistas de esta protesta en León. Casi un centenar de trabajadores acudieron con taxis y furgonetas a la delegación territorial de la Junta, donde pidieron entre pitidos que la Junta «recapacite y muestre un poco de cordura». Lo mismo sucedió en Valladolid, donde una treintena de taxistas cortó durante casi una hora el acceso al aparcamiento mientras hacían sonar sus cláxones y mostraban en sus vehículos carteles en los que podía leerse el lema «Centimazo sanitario no».