Rafael Matesanz: «Los trasplantes han llevado a lo más alto la marca España »

-Seguimos en vanguardia en trasplantes y la OMS lo ha vuelto a reconocer.

-Ahora que se habla de la marca España, en el ámbito de la sanidad la ONT es una de las poquísimas marcas españolas conocidas en todo el mundo. Empezamos a trabajar en 1989 y en tres años ya éramos líderes mundiales en trasplantes. En Europa chocó mucho, y tuve que aguantar barbaridades. Llegaron a comentar que sacábamos los órganos a la gente sin avisar. Entonces yo contraatacaba y les decía a los centroeuropeos que no sabían organizarse, que eran un desastre. Afortunadamente, todo eso ya pasó y hoy se nos reconoce unánimamente como «gold standard». Por ello se nos concedió el premio Príncipe de Asturias de 2010, compartido con la Sociedad Internacional de Trasplantes.

-¿Desde esas instancias consiguen atajar el tráfico de órganos?

-Ha descendido. Antes se daba en el 10 por ciento de los trasplantes mundiales, y ahora en el 3 por ciento, gracias a muchas cosas, pero fundamentalmente a que desde la OMS se ha potenciado la autosuficiencia. Si un país es autosuficiente en donación y trasplantes, ya se está evitando una parte del problema. Y en eso España ha sido fundamental porque hemos aportado a muchos países nuestro «know how». También se ha conseguido que muchos gobiernos tomen cartas en el asunto y desarrollen leyes más estrictas sobre comercialización de órganos. Así, en la India y en China se ha mejorado mucho, por ejemplo,

-Ahora entra en escena otro enemigo: los intereses económicos en la comercialización de células y tejidos

-Desde luego, y las células mueven muchísimo más dinero que los órganos. Ahí España se ha posicionado muy claramente, abogando por un modelo altruista de donación no sólo de órganos, sino también de células y tejidos. Ya hay muchos fraudes con las células madre, con supuestas curas milagrosas para el párkinson o la diabetes.

-También denunció usted la completa inutilidad de guardar el cordón umbilical para uno mismo.

-Las enfermedades de la infancia en las que se aplica un trasplante de células de cordón son en su inmensa mayoría genéticas. O sea, que si a un niño que conserva su cordón le diagnostican una leucemia, esas células también tienen la leucemia. Con lo cual la única supuesta utilidad vendría ante una enfermedad a los cincuenta o sesenta años, pero tampoco sabemos si una célula guardada ahora va a vivir para entonces. Ten en cuenta que es una práctica relativamente reciente. De modo que el mensaje que se ha dado de «guarde usted sus células por si acaso» no tiene base.

-Pero unos cuantos se habrán forrado.

-Mucha gente, claro.

-¿Es el caso de la empresa alemana que quería captar donantes de médula en España?

-Es otro caso. Esa empresa no se ha atenido a la legalidad de nuestro país.

-El sistema de trabajo tan eficiente de la ONT, ¿no es aplicable a otros terrenos?

-¡Seguro! Pero, por centrarnos en la Sanidad, la ONT es un ejemplo de coordinación. Aquí funcionamos de forma descentralizada y nos lo creemos. Y es errónea la idea de que las organizaciones cuanto más grandes sean y más recursos tengan mejor, porque nosotros de nuestra ligereza y pequeñez hemos hecho la virtud. En la ONT no llegamos a cuarenta personas, y eso que hemos alcanzado nuestra velocidad de crucero. Tenemos un presupuesto anual de tres millones y pico de euros. Probablemente, esta es la inversión más rentable que ha hecho la Administración española en toda su existencia. Hemos conseguido una especie de franquicia: cualquier cirujano de Bilbao, de La Coruña o de Sevilla te dirá que forma parte de la ONT, pero la ONT ni les paga ni manda sobre ellos. Simplemente, cuando nosotros decimos una cosa se hace, pero se hace por convencimiento.

_¿Cómo se logra la cuadratura del círculo de que aumenten los trasplantes pese a que han bajado en picado las muertes en carretera?

-La imagen del donante como un joven que iba en moto sin casco respondía a la realidad en buena medida hace veinte años, pero ya no. Como sabíamos que los accidentes disminuirían, nos hemos adaptado a ese cambio antes de que se produjera. Cada vez hay mas donantes mayores, válidos para receptores mayores. ¡Hemos tenido donantes de hasta 89 años!

-La escasez afectará entonces a la gente joven.

-Ese es el problema. Por eso en los caso de riñón se potencia la donación de vivos, de un familiar.

-¿Para cuándo los órganos a la carta cultivados en laboratorio?

-Yo lo más sensato que he oído en el campo de las células madre es que desde que se empieza a ver algo en el terreno experimental hasta que se pueda aplicar lo normal es que pasen veinte años. La eclosión que algunos quisieron ver no ha llegado.