Page gana en el adiós de Bono y Barreda
El alcalde de Toledo, nuevo líder del PSOE en Castilla-La Mancha; Luena vence en La Rioja y Armengol, en Baleares
Candidatos fieles al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se han impuesto como líderes locales del partido tras los congresos regionales celebrados este fin de semana. El PSOE de Castilla-La Mancha cerrará hoy, con la presencia de Rubalcaba, un cónclave histórico en todos los sentidos. Era la primera vez que el Partido Socialista afrontaba una cita congresual desde las filas de la oposición tras 28 años ostentando el poder de la Junta de Comunidades. Pero además, y es lo más significativo, ha supuesto el desembarco de Emiliano García-Page, el eterno delfín, y el adiós de la vieja guardia expresidencial de la Comunidad: José Bono y José María Barreda. Como en Castilla-La Mancha, los candidatos próximos al secretario general del PSOE salieron elegidos también en La Rioja, donde César Luena sustituye a Francisco Martínez-Aldama (que en la cita congresual nacional no ocultó sus preferencias por Carme Chacón); y en Baleares, donde Francina Armengol toma el relevo de Francesc Antich.
En Castilla-La Mancha la candidatura del alcalde de Toledo no tuvo contestación y contó con el apoyo del 95,82 por ciento de los votos. Asimismo, el informe de gestión de la Ejecutiva saliente presentado por Barreda recibió el respaldo del 98 por ciento de los votos. Hoy se dará a conocer la composición de la Ejecutiva. La mayor incógnita se centra en la Presidencia regional, que antes del congreso había concitado la mayor tensión por las informaciones que apuntaban a un pulso entre Bono y Barreda. Sin embargo, las palabras del exministro apuntan a una retirada definitiva. Prometió que, a partir de ahora, intentará ser útil, pero «sin incordiar».
Como suele ocurrir, Bono no desaprovechó su intervención. Sus alusiones más duras fueron para el Gobierno de Zapatero. Coincidió «plenamente» con José Borrell al lamentar que haya sido un Gobierno «popular» y no socialista el que haya bajado los sueldos a los banqueros y los directivos de las empresas públicas o haya promovido la dación en pago. También Barreda lanzó algún dardo en forma de reproche al responsabilizar a la dirección federal del partido de buena parte de la derrota electoral del 22 de mayo. «El partido no acabó de entender que la madre de todas las batallas era Castilla-La Mancha», no supo calibrar la importancia y dejó «muy solos» a los socialistas castellanomanchegos, dijo.
En sus primeras palabras como nuevo secretario general de la región, García-Page afirmó que es «un honor» liderar el partido y aseguró estar encantado por haber dado «un disgusto tremendo, extraordinario» al PP, que ha intentado «romper» el PSOE y no lo ha logrado.
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