encuentro en méxico
Las finanzas europeas centran la reunión del G-20
Los ministros de Economía de los países más ricos del mundo analizarán la precaria situación y las reformas institucionales
Europa, su precaria situación económica y sus reformas institucionales son el tema central de la cita de ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales de los países del G-20, que se ha iniciado este sábado en Ciudad de México.
El encuentro ministerial empezó a puerta cerrada a las 18H45 (00H45 GMT) con la presencia del presidente mexicano Felipe Calderón en el Castillo de Chapultepec, un recinto oficial, ha informado una fuente del gobierno de México, presidente en ejercicio del G-20.
Los ministros de los veinte países más ricos del planeta analizarán principalmente la situación económica que sigue estando marcada por el nerviosismo de los mercados ante la crisis de la deuda pública en la zona euro.
El viernes, Grecia lanzó la mayor reestructuración de deuda de la historia para borrar 107.000 millones de euros que había pedido prestados, retrasar el reembolso y reducir los intereses sobre otro tramo de la deuda, de 99.000 millones de euros que debe al sector privado.
Geithner demanda una "acción rápida y agresiva"
En una reunión celebrada al margen del encuentro ministerial, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, abordó este sábado el tema al demandar a los europeos una "acción rápida y agresiva" para contener la crisis y evitar que se extienda a toda la zona euro. "Europa se esfuerza por convencer al mundo de que no permitirá una quiebra catastrófica en todo el continente (...) Saben que tienen que hacer más para que su compromiso sea creíble", dijo Geithner. El secretario del Tesoro subrayó también la necesidad de que Europa se dote del denominado "cortafuegos", un poderoso mecanismo que detenga un contagio de la crisis.
El ministro alemán de Finanzas, Wolfang Schaeble, salió al encuentro de esa posición al señalar, al margen de la reunión del G-20, que la zona euro "ha hecho su trabajo" y que no tiene "ningún sentido en términos económicos hacer caso a esos llamados".
Los europeos, por su parte, buscan que países como China, Estados Unidos y Japón contribuyan al financiamiento del FMI para salir al rescate de la zona euro y se espera que el tema también sea discutido en el marco de la ministerial del G-20, aunque con pocas expectativas de grandes anuncios.
El papel de los países emergentes
Los países emergentes denominados BRICS (Brasil, Rusia China, India y Sudáfrica) han advertido de que contribuirán con el FMI una vez que los europeos refuercen sus propios mecanismos anticrisis y que el organismo modifique su arquitectura en la toma de decisiones.
"Los emergentes solo van a ayudar cumpliendo dos condiciones: que ellos (los europeos) refuercen su cortafuegos y hagan más de lo que están haciendo con esos fondos de estabilidad", declaró a la prensa Guido Mantega, ministro de Finanzas de Brasil. Asimismo, "ellos tendrán que cumplir la reforma del FMI" de 2010, que prevé un nuevo sistema de cuotas o votos para ampliar la participación de las economías emergentes en la toma de decisiones del organismo financiero, añadió Mantega.
Sobre las expectativas en este encuentro, el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, el mexicano Angel Gurría, reconoció que "quizá nada pase este fin de semana" porque "nunca en una sola reunión se consiguen avances y grandes conclusiones".
La fecha de esta reunión del G-20 tampoco es la ideal para lograr acuerdos ya que se celebra en la antesala de la cumbre europea de Bruselas, los días 1 y 2 de marzo, y en la que se espera que quede definida la dimensión del Mecanismo Europeo de Estabilidad que entraría en vigor en julio. El FMI y Estados Unidos han exhortado a la UE a combinar el actual Fondo Europeo de Estabilidad Financiera con el Mecanismo Europeo de Estabilidad, con lo que podrían contar con unos 750.000 millones de euros.
Las deliberaciones continuarán el domingo y hacia las 16H30 (22H30 GMT) se espera una declaración conjunta de los ministros de Finanzas, que volverán a encontrarse en abril.
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