Córdoba

Córdoba

Esplendor del arte carmelita

La archicofradía del Carmen trae al Palacio de la Merced piezas únicas de la imaginería y pintura barrocas

Día 25/02/2012
Esplendor del arte carmelita

Compartir

La archicofradía del Carmen de San Cayetano, con la colaboración de la Diputación Provincial y de la comisión del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús, organiza la exposición, que puede visitarse entre el 24 de febrero y el 6 de abril, en la galería de Presidencia de la Diputación.

La muestra se inscribe en los actos preparatorios de la coronación canónica de la Virgen del Carmen y en ella se dan cita obras de grandes maestros de la escultura, pintura y orfebrería, procedentes de conventos carmelitas de Andalucía y Castilla y León, siguiendo una didáctica estructura expositiva ideada por su comisario, el carmelita fray Juan Dobado.

Ya en la escalera barroca del antiguo convento mercedario, arranca la exposición con obras de gran calado. Una Purísima Concepción de Duque Cornejo, autor de la sillería del coro de la Catedral, recibe al visitante y fija el tema central, mientras que un San Rafael de Valdés Leal une simbólicamente la muestra con la ciudad.

Ambas piezas prologan la primera sección, que lleva por nombre «En la eternidad del Padre». Los símbolos inmaculistas de las pinturas de Risueño o de Juan del Castillo comparten espacio con esculturas de Juan de Mesa y Pedro de Mena, ejemplificando las escuelas barrocas granadina y sevillana, mientras que una purísima de Maragliano aporta, con el giro de su cuerpo y tratamiento de las vestiduras, el contrapunto de la visión genovesa.

La sección «Del tronco de Jessé» se apoya en la profecía de Isaías para mostrar la genealogía de Jesús. La preside un San Joaquín de Hita del Castillo y un San José firmado por Galleano y procedente del convento de San Fernando.

De menor tamaño, aunque gran interés, un busto de Santa Ana, que a su vez es relicario, obra de Alonso de Mena, y otro San José, de tipo académico, esculpido por Gregorio Fernández para el convento vallisoletano de Medina del Campo.

«El deseado de las naciones» es el título del tercer apartado, basado en el nacimiento e infancia de Jesús. Lienzos y tablas procedentes del convento de San Cayetano ocupan el lateral. Junto a ellos, un pequeño niño Jesús, de gran similitud facial con el del Sagrario de Sevilla, que permite admitirlo como obra de Martínez Montañés y una peculiar imagen de alabastro de Trápani. En el frontal opuesto se exhibe una pequeña virgen con niño con una firma en la roca en que se asienta: «La escultora de cámara de su Majestad Carlos II, Luisa Roldán».

El Capítulo IV se denomina «Guardaba todas las cosas en su corazón», y glosa la pasión de Jesucristo. Traído de las ermitas puede apreciarse un calvario completo de bronce dorado atribuido a Camilo Rusconi. De tremendo interés artístico son un Cristo atado a la columna de reducidas dimensiones, labrado por Gregorio Fernández para las descalzas de Valladolid, y el boceto modelado y policromado de un caído atribuido a José de Mora, que podría haber sido el modelo seguido para su Jesús de la Caída de Úbeda, imagen desgraciadamente desaparecida en la Guerra Civil.

Completan la serie un crucificado de marfil, una dolorosa de escuela genovesa de tamaño natural y la única escultura contemporánea de la muestra. A modo de guiño hacia la actual imaginería local, entre estas joyas del barroco puede encontrarse la recién bendecida María Santísima de las Penas, imagen de busto del cordobés Francisco Romero Zafra. El peso de la parte pictórica de este apartado recae sobre pinturas pasionistas de Antonio del Castillo y una piedad de Luis de Morales.

«Coronada como reina de lo creado». La temática relativa a la coronación de la Virgen culmina la exposición. A pequeña escala lo representa un conjunto de Cristóbal Ramos en el que la Trinidad corona a María, y con dimensiones notablemente superiores, dos tallas que superan los dos metros de Gregorio Fernández, provenientes de Ávila. Una Virgen del Carmen y una imagen de Santa Teresa realizada inicialmente para Medina del Rioseco.

En una exposición carmelita no podía faltar San Juan de la Cruz, y en esta está presente mediante una talla de Francisco Ruiz Gijón. Esta última sección incluye un apartado de orfebrería. Los conjuntos de pectoral, cetro y corona de la Virgen del Carmen, del siglo XVIII, comparten vitrina con un atril del convento de Santa Ana, obra de Damián de Castro, y un cáliz con decoración rocalla del mismo autor. Junto a estas piezas podrán verse las coronas con las que el próximo 12 de mayo serán coronadas canónicamente el niño Jesús y la Virgen del Carmen de esta archicofradía.

Una cita casi obligada para cualquier persona interesada en el arte. La exposición podrá visitarse en horario de mañana y tarde excepto los domingos, que será solo por la mañana.

  • Compartir

publicidad
Consulta toda la programación de TV programacion de TV La Guía TV

Comentarios:
Lo último...

Copyright © ABC Periódico Electrónico S.L.U.