Vida normal con un corazón mecánico

Un equipo de cirujanos del Hospital de Bellvitge de Barcelona ha implantado, por primera vez en Cataluña, un corazón artificial que permite hacer vida absolutamente normal al paciente. Se trata del tercer dispositivo de asistencia ventricular mecánica colocado en España tras las experiencias de hospitales de Madrid y Córdoba. Eufemio, de 57 años, aquejado de una insuficiencia cardíaca avanzada, que no podía ser trasplantado por problemas de salud añadidos, fue operado el 23 de noviembre de 2011 y los cirujanos que le intervinieron no descartan que pueda mantener indefinidamente el aparato, en función de su evolución.

El dispositivo implantado, denominado Incor, es una turbina que complementa la función de bomba que realiza el ventrículo izquierdo. Se implanta en un extremo del citado ventrículo y extrae sangre del mismo para conducirla a la aorta torácica con un flujo continuo. Todo el dispositivo es intracorpóreo, a excepción de un cable que emerge del cuerpo a nivel del abdómen, y que está conectado a una unidad de control con dos baterías con una autonomía de hasta cinco horas y media.

El dispositivo le ha cambiado la vida a Eufemio, que antes de engancharse al aparato tuvo que resistir hasta cinco meses durmiendo de pie. "Antes tenía que dormir en una silla o de pie, era muy duro. Resistí así entre cuatro y cinco meses. Ahora puedo hacer vida totalmente normal", ha indicado hoy en rueda de prensa. No obstante, su deseo es no seguir toda la vida enganchado a un aparato. "Espero poder recibir un trasplante algún día", apunta al paciente.

El doctor Albert Miralles, cirujano cardíaco del Hospital de Bellvitge, asegura que un 20% de los pacientes en espera de un trasplante son candidatos a recibir un corazón mecánico, que cuesta unos 100.000 euros aproximadamente.