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Con la megafonía a La Moncloa...

Las relaciones entre rivales políticos son siempre complejas, pero pocas lo fueron tanto como las de Felipe González y José María Aznar. Éste receló siempre de la «escena del sofá» que el líder socialista le dispensó a Manuel Fraga durante ocho años, y por eso intentó marcar su terreno desde el primer momento. Fue elegido líder del PP en enero de 1990 y hasta julio de aquel año no fue a un encuentro con el entonces presidente del Gobierno. Y se hizo público después para que no hubiera registro gráfico. Duró una hora. El tiempo justo para constatar el mal clima que empezaba a generar el «caso Juan Guerra». A partir de la cuarta victoria del PSOE, junio de 1993, la política se llena de escándalos (caso GAL, Filesa, Ibercorp...). El 27 de octubre de ese año, González le llama para hablar de «regeneración» y él va pero en un clima tan gélido que rechaza el ofrecimiento de comparecer en la sala de prensa... y dispuso un sistema de megafonía al lado del parking del complejo presidencial para hablar a los periodistas.

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