La palabra «cristiano» seguirá en la definición del partido

La unanimidad con la que los populares llegaron al congreso de Sevilla también se ha notado en la única ponencia que podía resultar algo conflictiva, la social. Sobre todo, después de que la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, y el concejal madrileño, Ángel Garrido, pidieran que se eliminara la palabra «cristiano» de la definición del partido. Pero ayer ni siquiera se debatió esta cuestión. La ponencia social resultó aprobada por unanimidad con el argumento de que los rasgos definitorios del PP «están claramente recogidos en los Estatutos y que, por tanto, esa enmienda debería haberse presentado en la Ponencia de Estatutos». Por ello, esa idea, sin duda la más polémica, ni siquiera llegó a debatirse.

Y de hecho, el presidente del PP de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, dejó claro que los valores del partido «nacen de la tradición humanista cristiana, ilustrada y europea, de la defensa de la libertad y la democracia propia del mejor liberalismo, y del firme compromiso con los avances sociales y la solidaridad».

Otra de las polémicas giraba en torno al matrimonio homosexual. Sin embargo, como era de esperar, la postura oficial del partido es esperar a que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre el tema. Lo único que ayer se hizo en el debate de esa ponencia (sin entrar a debatir sobre estos matrimonios) fue aprobar un texto en el que se reconoce «la voluntad de defender los derechos de todas las personas, también de aquellas que sufrieron discriminación legal o social por razón de sexo y orientación sexual» mostrando ese respeto y acatando la sentencia que dicte el TC acerca del alcance de «la definición constitucional de matrimonio».

Por lo demás, todas las ponencias fueron aprobadas por mayoría aplastante. Tanto las de Estatutos como las de Política, Social, Exterior y Económica. Aunque se presentaron 1.501 enmiendas a las cinco ponencias, después de algunas transacciones acordadas durante los debates, las ponencias lograron el sí en todas las votaciones. No hubo casi ni debate.