Cospedal exalta la unidad del PP tras la apuesta «valiente» que hizo Rajoy

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, inauguró ayer el XVII Congreso Nacional de esta formación política, que se celebra hasta mañana en Sevilla, destacando la unidad del partido en torno a un proyecto común y ensalzando la «apuesta valiente y renovadora» que hizo Mariano Rajoy tras el convulso Congreso de Valencia de 2008, y que ahora puede confirmarse con un nuevo éxito en Andalucía el 25-M.

En su primera intervención, en la que presentó el informe de gestión de sus cuatro años al frente de la Secretaría General, aprobado por unanimidad, la dirigente popular quiso dejar muy claro que «cuando todos sumamos, los proyectos salen adelante. Nadie es imprescindible, que nadie es más que nadie, pero tampoco sobra nadie». Con estas palabras respondía a quienes ven este Congreso como la confirmación de su liderazgo absoluto y la toma del control del partido, después de que Mariano Rajoy haya sido elegido presidente del Gobierno.

«El PP es un proyecto común que se eleva por encima de los que en los distintos momentos son sus líderes», añadió casi al final de su intervención, para acabar asegurando que «los personalismos solo son útiles para quienes pretenden dividir. Es la unión la que fortalece nuestras estructuras y a quienes las integran». Además, pidió que el PP dé ejemplo de «compromiso, seriedad, transparencia, sensatez y austeridad para cumplir el mandato reformista y de cambio que hemos recibido de los ciudadanos».

Antes de la presentación del informe de gestión, al salón plenario de este Congreso había llegado el presidente nacional, Mariano Rajoy, acompañado de su mujer, Elvira Fernández, y sus primeras palabras fueron para apoyar a Javier Arenas, con el que había almorzado en Sevilla, y vaticinar el «salto adelante» que dará esta comunidad autónoma si los populares ganan las próximas elecciones. En ese momento, los compromisarios ya abarrotaban las instalaciones para asistir al congreso más tranquilo de los últimos años: «Aquí venimos a aplaudir», comentaba un veterano dirigente popular, mientras que otros recordaban: «Nada que ver con Valencia, que la tensión se cortaba en el ambiente».

En esta primera jornada del Congreso, quien estuvo realmente presente fue el presidente fundador, Manuel Fraga. No solo en las palabras de Cospedal —«su legado trasciende nuestros elogios y nuestros juicios de valor, porque es, sencillamente, inimitable»—, sino porque Rajoy inauguró una exposición homenaje al político gallego, con imágenes seleccionadas por Esteban González Pons.

Si Rajoy ensalzó la figura de Fraga, Cospedal agradeció a Rajoy la confianza que depositó en ella, destacando que, desde el anterior Congreso de Valencia, «hizo una apuesta valiente y renovadora, que si bien ahora a nadie llama la atención, en aquel momento supuso una voluntad de cambio y de transformación». En este sentido, hizo un llamamiento a la necesidad de no «encerrarnos en los despachos y perder el contacto con los ciudadanos» y habló con contundencia de la lucha contra ETA: «Hoy los españoles saben que, con un Gobierno del PP, no habrá concesiones de ningún tipo para los que ayer mataban y extorsionaban. Hoy los españoles, y su Gobierno al frente, lo único que esperan de ETA y sus aledaños es el anuncio de su disolución».