Suscribete a
ABC Premium

La luz de la biblioteca

por rafael gonzález casero y santiago sastre

Algunos autores han señalado que la ciudad de Toledo se alza sobre siete colinas, acentuando así, por cierto, su semejanza con Roma. Podríamos situar esas colinas en algunos sitios elevados, como por ejemplo San Andrés, San Román (donde estaban los depósitos del agua) y el ... paseo de san Cristóbal. Pero un caso claro, porque desde allí se contempla la ciudad a sus pies, lo representa el edificio del Alcázar. En efecto, el Alcázar ocupa una posición privilegiada por la altura en la que está ubicado. Por eso no es casualidad que haya sido un lugar de mucha relevancia histórica. Si alguien nos pusiera en la tesitura de compendiar la historia de Toledo en dos edificios, acaso habría que elegir el Alcázar y la Catedral, porque su pasado se remonta muy atrás en el tiempo y porque las diferentes etapas de la historia han dejado su huella en estos auténticos símbolos, que han tenido tantos usos (sobre todo el Alcázar) y han sufrido tantas remodelaciones. La historia del poder político y militar (en el Alcázar) y del eclesiástico (en la Catedral) resulta básica para explicar los diferentes períodos por los que ha atravesado la Ciudad Imperial.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia