Enrique González Macho: «El cine es la industria menos subvencionada»

- ¿Cuál es el balance que hace después de casi un año al frente de la Academia?

- Ha sido como un pequeño tsunami que me ha caído encima. El balance ha sido sorprendente, porque la Academia tiene un ritmo frenético, con cosas muy gratificantes y otras muy aburridas. Tuvimos que ponernos al corriente y no hemos estado muy seguros de nosotros mismos porque no hemos caído en el mejor momento. En medio de la crisis vivimos de nuestras cuotas y de patrocinadores, no de subvenciones. Nada más llegar hubo elecciones autonómicas, poco después dimitió el presidente de TVE y ahora ha habido un profundo cambio político, así que así es difícil avanzar.

- Llegó a la institución en medio de una tormenta. ¿Pesa tanto el cargo como dicen algunos de sus antecesores?

- Sí pesa, porque el cine tiene un poder mediático brutal y tienes que ser precavido porque se magnifican mucho ciertas cosas que dices o que no dices. Pero pesa en el buen sentido y te vas acostumbrando a ello. Además, hay cierto confusionismo fuera, porque la Academia no es un sindicato ni un grupo de presión.

- ¿Y se ha dejado algún amigo por el camino?

- Más que dejarme algún amigo, me han surgido muchos que no sabía que eran amigos míos, mucha gente se ha hecho «amiga» mía sin saber porqué.

- ¿Qué lectura hace de que «Torrente» salvara, literalmente, los muebles del cine español en 2011?

- La lectura de cifras es necesaria, pero no solo hay que ver los números, también las películas. Hemos estado mejor que otros años, pero de forma insuficiente. El cine español no es solo «Torrente», igual que el estadounidense no es solo «Avatar». Nuestro cine es muy variado y eso es muy bueno. El conjunto de películas favoritas este año a los Goya hace un ramillete estupendo. Sé que ha habido polémica con «Midnight in Paris», pero aunque no es cine de identidad española sí es de producción española. Sin Mediapro no hubiera sido posible y es la película de Woody Allen que más dinero ha hecho.

- ¿Es Francia el espejo en el que debemos mirarnos?

- Francia protege y ama a sus artistas como nadie, y aquí eso no pasa. Aquí nos gusta encumbrarlos para tirarlos desde muy arriba y que se maten cuando se caigan. La industria española debe fijarse en la francesa en ciertas cosas, pero eso depende del poder político. En Francia el cine está protegido y mimado, y en España no, pese a todo lo que se dice sobre las subvenciones. Las ayudas al cine francés son del orden de seis veces superiores a las que tiene el español. En Francia hay una voluntad política de proteger al cine porque saben la importancia que tiene de cara al exterior. El cine español es una parte esencial de la marca España, quizá una parte más importante de la que nos merecemos.

- ¿Cómo valora que Rajoy haya optado por un Ministerio de Educación, Cultura y Deporte?

- Me hubiera gustado que siguiera el Ministerio de Cultura, pero no soy político y la verdad es que prefiero una Secretaría de Estado eficaz que un Ministerio ineficaz. No tengo miedo a la gestión del PP, solo inquietud. No existe cine en todo el mundo que no tenga ayudas públicas, y son mucho más fuertes que las españolas. Mi único temor es que haya un salto en el vacío, que quiten el sistema de subvenciones y no haya otro sistema listo, porque eso que se ha construido durante décadas no se puede tirar a la basura.

- ¿Qué le parece que hayan colocado al frente del ICAA a Susana de la Sierra, experta en fiscalidad del cine?

- El tejido económico del cine es muy frágil y la transición hay que hacerla con suma delicadeza para que no haya un colapso, pero está claro que el actual sistema de desgravación no sirve.

- ¿Cree que el mecenazgo puede resultar eficaz en el cine español?

- Tendrá que haber una ley, aunque soy escéptico con las nuevas leyes. Hay que buscar fórmulas factibles y tener en cuenta el papel que las televisiones desempeñan en el cine, sobre todo las públicas. Lo que está claro es que sería gravísimo que quitaran ahora las ayudas a la amortización. La situación es preocupante porque ahora el cine está parado, nadie quiere poner ningún proyecto en marcha por miedo a lo que vaya a pasar.

- ¿Defiende el actual modelo de subvenciones pese a las irregularidades destapadas?

- Salomón Shang es un sinvergüenza. Todo eso es horroroso porque no es cierto, solo ha habido un caso grave. El cine recibe en forma de ayudas 50 millones al año y devuelve al Estado 2,5 veces lo que se entrega, no son a fondo perdido. Hay mucho problemas en España, pero posiblemente el cine sea la industria menos subvencionada de todas. El problema es que hay un sector del público que, a raíz de los sucedido en 2004 con la Guerra de Irak, de forma visceral e irracional dice que el cine español es horroroso. ¿Los cines Luchana? ¡Hay 2.400 cines en España! El problema es que siempre se habla de los millonarios del cine, se pasa siempre de lo particular a lo general, cuando somos un colectivo de 35.000 personas.

- ¿Ya se ha reunido con Wert? ¿Y con Lassalle? ¿Se lleva bien con ellos?

- Hay que darles tiempo, dejarles que se sienten, igual que a Susana (de la Sierra, directora del ICAA).

- ¿Qué le pareció que el colectivo Anonymous desvelara datos privados de miembros de la industria que son partidarios de la Ley Sinde?

- Fue un acto nazi, me da igual que sea de izquierdas o de derechas. No quiero saber nada de gente anónima. No denuncié porque creo en el Estado de Derecho, pero tenía que haber actuado la Fiscalía de oficio. Hay que actuar con desprecio.

- ¿Es usted partidario de dicha norma?

- Hasta que no se aplique no sabemos si va a ser eficaz, pero tengo mis dudas. No tengo nada en contra de los internautas, todos lo somos, pero sí estoy en contra de quienes se lucran robándote. Es necesario que se ponga coto a quienes se lucran con ello porque nadie puede robar la propiedad ajena.

- Tras el cierre de Megaupload, ¿tienen futuro las alternativas legales en España?

- Soy fundador de Filmin, pero ese sistema no funcionará mientras haya piratería.

- Cambiemos de tema. ¿Cómo está viviendo sus primeros Goya?

- Estoy acojonado. Quiero que sean ágiles, divertidos, blancos, apolíticos. No nos vamos a meter con nadie; con nosotros mismos sí, pero no dispararemos hacia afuera. La gala estará hecha por la gente del cine, y punto. Va a ser en riguroso directo por culpa del puto Twitter y sin interrupciones, quiero que dure dos horas y media. No serán en el Palacio de Deportes porque es un sitio muy caro y, corriendo los tiempos que corren, no me parecía correcto. Los Goya van a ser sobrios, aunque los pagamos nosotros y tenemos derecho a hacer la fiesta que nos de la gana.

- A tenor de las nominaciones (ni una sola para «Torrente»), ¿no tiene la sensación de que los académicos y el público están divorciados?

- No. «Torrente» ha tenido el «Goya del público» y es el mejor que te puedes llevar. Seguro que la que gane la semana siguiente en los Oscar no será la más comercial en Estados Unidos. Son unos premios muy diferentes. Quiero hacerle un homenaje a Santiago (Segura) en los Goya, un monólogo en el que se queje de sus cosas, porque es un tipo estupendo, le queremos un huevo y es un pilar del cine español. Para mí lo importante es que las cuatro películas favoritas se lo merecen.

- Pedro Almodóvar ha dicho que irá en función de si le duele la cabeza. ¿Le llamará para que acuda, como en su día hizo Álex de la Iglesia?

- Yo no voy a rogar a nadie nada. Los académicos son mayores de edad, algunos están bautizados y todo. Es decir, es un acto individual y de solidaridad con los demás. No le voy a llamar para que vaya, aunque estoy convencido de que lo hará. Es su decisión y no me voy a meter en su vida.