Madyamebe, en medio de África

Muy cerca de Cogo, la antigua localidad de Puerto Iradier, sobre el majestuoso estuario del río Muni que separa la antigua Guinea española de Gabón, se halla la localidad de Madyamebe. Pese a los cambios en la toponimia guineana, causados tanto por las concentraciones de poblados anteriores a la independencia acontecida en 1968, como por la posterior traducción forzosa a idiomas locales de nombres en español, el origen madrileño del toponímico «Madyamebe» resulta claro.

Un examen de cartografía histórica lo reafirma. En Guinea era común la atribución de nombres de lugar a un toponímico peninsular, al que se añadía una denominación étnica africana. Así, junto a este Madrid guineano había una Lisboa y un Toledo, y hacia el norte se encuentran Añisok—antigua Valladolid de los Bimbiles—oNiefang—que se llamaba Sevilla de los Fang—.

Los orígenes madrileños de Madyamebe, que también aparece bajo las grafías «Macha'mabe» y «Madyamebé», podrían estar relacionados con un intento colonizador acontecido a mediados del siglo XIX. Entonces, un capellán de Chamberí llamado Miguel Martínez Sanz fue nombrado prefecto apostólico de Fernando Poó, la isla donde se sitúa la capital,Malabo.

El valeroso intento acabó mal, pues la comitiva de artesanos y campesinos de Madrid y Valencia que debía colonizar bajo su mando nada menos que el golfo de Guinea no resistió la dureza del clima tropical y, como tantas otras veces, el sueño se tornó en pesadilla.

Nos encontramos, literalmente, en el centro del mundo, a 1º 7’ y 53’’ de latitud norte y 9º 46’y 25’’ de longitud este. Curiosamente, Madrid-Madyamebe está en el mismo huso horario que la capital de España. Sus habitantes viven a la misma hora, y casi a idéntica altura, 611 metros sobre el nivel del mar.

En la medida en que están a sólo diez kilómetros de Cogo, antigua capital española, perteneciente a la provincia del litoral con centro actual en Bata, podríamos pensar que tienen un paseo para llegar allí y abastecerse de lo que necesiten, pues se hallan en mitad de la selva y rodeados de naturaleza virgen. Pues depende de la estación, porque el clima es muy duro.

En Río Muni llueve mucho de diciembre a febrero y el verano es seco, pero la humedad siempre resulta elevada, como la temperatura media, entre 24 y 33 grados centígrados. En el remoto y extraordinario Madrid de Guinea toca llevar siempre un paraguas, por si acaso.