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ZARAGOZA

Arcosur: un barrio fantasma

Los primeros vecinos irán a vivir el próximo mes de junio, sin embargo algunos de los constructores pretenden retrasar la urbanización completa del barrio hasta 2021. Propietarios y Ayuntamiento se oponen

YOLANDA AZNAR

Los primeros vecinos comenzarán a llegar a Arcosur este próximo verano. Junio de 2012 es la fecha fijada para la entrega de llaves de las primeras 2.000 viviendas, lo que no está del todo claro es si los vecinos podrán llegar a un barrio completamente urbanizado. Más allá de los bloques de pisos que están a punto de finalizarse, el resto del barrio es un completo secarral. De momento, sin calles y sin asfaltar. Ahora, algunos de los constructores con suelo en Arcosur, pero que todavía no han comenzado a construir viviendas, quieren retrasar la urbanización del barrio hasta 2021. Algo que los vecinos no están dispuestos a tolerar. Llevan demasiados años de lucha por sus viviendas como para tirar la toalla en el último sprint.

Arcosur es el mayor complejo urbanístico proyectado en estos momentos en España. Comenzó a andar en el año 2002, con el objetivo de construir 21.148 viviendas, de las que 12.689 serán de VPO. Se trata del mayor sueño inmobiliario de la capital aragonesa que se ha visto truncado por la crisis. Desde que el proyecto comenzara su andadura, los trámites no han hecho sino diluirse en el tiempo. La crisis inmobiliaria y los problemas de financiación para sacarlo adelante han frenado la puesta en marcha de un gran complejo urbanístico que cerrará el crecimiento de la ciudad por el sur.

Los pisos deberían de llevar un par de años acabado, sin embargo los vecinos de Arcosur todavía no han comenzado a instalarse. Si todo va según lo previsto lo harán este próximo verano. Mientras, las máquinas pesadas siguen dando forma a una urbanización que se ha convertido en un claro ejemplo de las repercusiones negativas que ha tenido la burbuja inmobiliaria.

Los adjudicatarios de viviendas protegidas llevan años pagando religiosamente sus cuotas y lo único que han visto hasta ahora es como sus bloques se levantan en medio de un gran descampado. La crisis también sorprendió a muchos de ellos que tuvieron que renunciar al piso con el que habían soñado y perder el dinero invertido porque no podían hacer frente a los pagos.

¿Pisos sin calles?

La falta de financiación ha jugado más de una mala a los promotores y es ahora cuando se comienza a ver la luz a final del túnel. En estos momentos se están construyendo las primeras 2.000 viviendas y las obras de urbanización están concluyendo con la instalación de la red de agua y vertido. Eso sí todavía está por ver qué calles se pavimentan y qué aceras se construyen. Es decir, los primeros vecinos pueden irse a vivir a sus casas sin nada a su alrededor. Como si de una isla en medio del desierto se tratara.

La nueva Junta de Compensación de Arcosur, formada por todos los constructores que tienen suelo adquirido en el barrio, ha presentado un nuevo Plan de Viabilidad, que pretende retrasar la urbanización del barrio hasta 2021. El órgano rector, presidido por Manuel Asín, propone que se urbanice lo mínimo para que los primeros vecinos puedan instalarse en sus casas. Es decir, solo están dispuestos a asfaltar y adecentar los accesos a los bloques finalizados. El resto deberá de esperar casi una década, cuando todas las viviendas estén acabadas.

Cada constructor con suelo en Arcosur tiene que hacer frente a una parte proporcional del coste de urbanizar el barrio. El problema es que aquellos que no preveén construir a corto plazo no quieren seguir pagando esta cuota. Quieren que sean los primeros vecinos que vivan allí quienes hagan frente al coste que suponga urbanizar esa parte del barrio.

Los vecinos ya han puesto el grito en el cielo y aseguran que no están dispuestos a permitirlo. «Faltan unos meses para que nos vayamos a nuestros pisos y todavía no sabemos en qué condiciones nos vamos a encontrar el barrio», explica una de las portavoces de los vecinos, Eva Galán. «Queremos que se nos entregue el barrio de una forma digna y que eso no suponga un coste añadido para nosotros», apunta.

El Ayuntamiento les apoya. De hecho, en el último pleno salió adelante una moción presentada por CHA en la que se rechazaba el nuevo Plan de Viabilidad. Según el portavoz de Chunta en el Consistorio, Juan Martín, el rechazo debe de ser frontal porque «perjudica a los futuros vecinos en cuestión de plazos, precios y de calidad de la urbanización».

Retrasar la puesta en marcha de la urbanización no es su única propuesta también pretenden transformar los pisos libres en protegidos, aumentar la edificabilidad. Algo que desde CHA tampoco comparten. «Aumentar el número de viviendas no es la solución. «Ahora, lo que realmente importa es garantizar que se entrega la urbanización en 2012».

Los nacionalistas reconocen que la «situación es complicada», pero recuerdan que tienen que ser los constructores quienes se hagan cargo de la urbanización, sin aumentar el precio a los vecinos.

En estos momentos, Acciona y Mariano López Navarro son las dos empresas que se están encargando de la urbanización del barrio. A ellos, cada mes los promotores les tienen que pagar una cuota fija, dependiendo de la cantidad de suelo que posean. Muchos, según CHA, se están retrasando en los pagos y son también muchos los que quieren cambiar el plan de pagos fijado hasta ahora.

El Ayuntamiento, que está presente en la Junta de Compensación, se opone al nuevo Plan de Viabilidad, por lo que los vecinos esperan y confían en que finalmente no salga adelante y el barrio esté listo para entrar a vivir este próximo verano.

Un vecino, una historia

A pesar de los retrasos que acumula el barrio, los que ya tienen un piso adjudicado en Arcosur llevan más de tres años pagando mensualmente su cuota. Muchos han invertido más de 30.000 euros y ahora es cuando comienzan a ver los resultados. La mayor parte de ellos son jóvenes que han puesto en este barrio todas sus esperanzas de futuro. Muchos sienten que se ha jugado con sus ilusiones y con sus ahorros.

Lo poco que tenían lo han invertido en comprar un piso de VPO, llevan años pagando por una casa que todavía no tienen a su disposición. Lo más grave es que su construcción ha pendido de un hilo por la falta de financiación. Tanto es así que el Ayuntamiento de Zaragoza tuvo que firmar en 2010 un convenio con dos entidades bancarias por el que se comprometió a asumir los impagos que se puedan producir. Fue la única manera de dar comienzo a la construcción de un sueño urbanístico.

La situación de algunos de los afectados es «dramática», según reconoce Eva Galán. Hay parejas que empezaron a pagar por sus futuros pisos, ya tienen hijos y no tienen la vivienda por la que han llegado a adelantar importantes sumas de dinero. Otros siguen pagando cuotas por adelantado, según los estatutos de sus cooperativas o comunidades de bienes. En todos los casos, al mismo tiempo que adelantan dinero tienen que pagar el alquiler de otro piso o utilizar el de familiares.

Los hay que han abandonado, dejando el dinero invertido y con la esperanza de recuperarlo algún día. Ellos no han podido soportar más. El resto han aguantado y ahora ven la luz al final del túnel.No todos los que se han salido han recuperado el dinero. «Depende de lo que dicen los estatutos de cada cooperativa o comunidad de bienes», explica Eva Galán. Algunos lo recuperarán dentro de varios años; a otros se les devuelve ahora una parte y el resto cuando haya otro comprador que supla el hueco que deja en la cooperativa... Es la historia de un gran proyecto que acumula años de gran fiasco, con promociones de vivienda protegida que un día se anunciaban como con el lema «Arcosur, soluciones 2010».

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