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Los empresarios ven al coche eléctrico como «el avance generador de empleo» del país

Piden un plan formativo para lograr «personal preparado» adaptado a la automoción

Los empresarios ven al coche eléctrico como «el avance generador de empleo» del país ical

J. M. AYALA

Pese a las «barreras» en forma de precio y autonomía y la falta de los necesarios «estándares» para una fabricación «a gran escala», el vehículo eléctrico será «el próximo avance tecnológico generador de empleo en nuestro país». Éstas son algunas de las conclusiones del estudio elaborado por la patronal castellano y leonesa, que aporta además una serie de medidas para que su desarrollo «no sea una moda pasajera» y se convierta en un «fenómeno de transformación total, si bien, paulatina, del sector de la automoción». Eso sí, el informe sostiene que la mayoría de los consumidores se decantarán por este tipo de vehículos «si les resulta más atractivo económicamente que la alternativa convencional».

Esta situación no se da en la actualidad «en el momento de la compra» debido, «principalmente», al coste de la batería de litio —que es el que debería poder reducirse, según Cecale—, pero sí en el «ahorro» que supone «tanto por el menor consumo como por el precio de la electricidad frente al combustible, además de un mantenimiento previsiblemente más barato, debido a la reducción de partes móviles en el sistema de matriz».

En cuanto a los principales retos del sector, incluyen «la falta de estandarización de componentes», tanto en el coche como en la batería y en la infraestructura de recarga. En opinión de los empresarios, un cambio en esta situación «potenciaría enormemente la fabricación a gran escala abaratando sensiblemente los costes, además de facilitar la intercambiabilidad de pilas y vehículos».

Recargada generalizada

Otro de los matices que aporta Cecale es la necesidad de que exista «una adecuada infraestructura de recarga del vehículo eléctrico». Si no se logra este objetivo, «será imposible su generalización en las ciudades». Además de garantizar el servicio en la red de electrolineras, se trata también de analizar «los puntos que se instalarán en hoteles, centros comerciales, empresas de alquiler, garajes y viviendas unifamiliares».

El estudio también considera una «palanca importantísima» el desarrollo de programas pilotos «para probar nuevas modalidades de movilidad sostenible». Para éste y otros retos, Cecale llama a la «imprescindible realización de un esfuerzo conjunto» entre fabricantes, suministradores, empresas del sector energético, telecomunicaciones e infraestructuras asociadas, además de «todos los actores de la Administración pública».

Sobre los «elevados» costes de la inversión inicial e innovación que conlleva el despegue del vehículo eléctrico, solicita un «fuerte apoyo» a las mismas por parte de la administración, que también debe ser parte protagonista en la creación de centros de excelencia de I+D+i.

En el aspecto más económico, desde la patronal sostienen que el vehículo eléctrico generará puestos de trabajo en España y vaticinan que lo hará, además, en otros medios de transporte como el tren. Cecale sostiene que los fabricantes de automóviles, las empresas de piezas y servicios que trabajan para ellos, los distribuidores de energía eléctrica, las grandes empresas proveedoras de equipamiento y servicios para la Administración del Estado, los fabricantes de baterías y las nuevas empresas que están surgiendo para crear y gestionar la red de puntos de recarga «podrán crear empleo».

«Nuevos perfiles»

Entre los aspirantes a ocupar estas plazas, la patronal cita a los desarrolladores de softwares, ingenieros jefe de proyecto, comerciales con conocimiento sobre el vehículo eléctrico y sistemas de recarga y técnicos para aprovisionamiento de equipamiento y su instalación. Prevé también la necesidad «de otros perfiles profesionales», entre los que destacan los jefes de cuentas corporativas y de administración publica, técnicos de telecomunicaciones, personal de mantenimiento y gestores de flotas.

Por todo lo anterior, los empresarios de Castilla y León concluyen que «se van a necesitar personas preparadas y formadas» para lo que reclaman «un plan formativo de adaptación del sector de la automoción, así como en los afectados por la generalización del vehículo eléctrico» y en el que se involucren tanto universidades como centros de formación profesional e institutos especializados relacionados con la tecnologías.

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