España, principal afectada por las sanciones al régimen iraní

España observa con atención dos primas de riesgo que determinan su futuro económico. La primera es la habitual, la que contabiliza el diferencial entre el interés del bono español a diez años con el alemán y que indica su solvencia. Pero estos días hay otro indicador más determinante. Se trata del precio del barril de Brent, que ayer superó los 111 dólares tras el anuncio de la Unión Europea de imponer un embargo al crudo iraní. La inestabilidad en el estrecho de Ormuz tiene su propia prima de riesgo. Y la tensión se masca en los índices.

Y es que España es el principal importador europeo de crudo iraní según los datos de enero a septiembre de 2011 de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), por lo que las sanciones de la UE al país de Oriente Medio le afectan de primera mano. Con un 14,7 por ciento del total consumido en nuestro país, Irán es el segundo mayor proveedor de crudo de España después de Rusia. Hasta 196.000 barriles de petróleo iraní van a España cada día. En Europa, Italia (185.000 barriles) y Grecia (103.000) son los siguientes países que más crudo importan de Teherán. No es el único problema para nuestro país. España es una de las economías europeas que más petróleo consume, con una dependencia energética de crudo en torno al 80 por ciento frente a la media europea, que ronda el 50 por ciento.

Debido a ello y tal y como solicitaban los Estados más afectados por un posible bloqueo, la UE ha puesto hasta el 1 de julio de plazo para aplicar el embargo con tal de posibilitar la búsqueda de un sustituto para el crudo iraní. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, aseguró ayer en Bruselas que Arabia Saudí le había garantizado el suministro de crudo y el mantenimiento de los precios ante un posible embargo a Irán. Fuentes de Repsol y de Cepsa, señalan también a Arabia Saudí como principal candidato a sustituir el petróleo del régimen de Ahmadineyad.

«A diferencia de lo que ocurría con el libio, la calidad no es determinante en el caso del crudo iraní y es fácilmente sustituible» apunta Gonzalo Escribano, director del programa de Energía del Real Instituto Elcano, que afirma que en el caso español las sanciones tendrán un impacto en el precio a efectos de industria y logística que soportarán las petroleras. Desde Repsol aseguran que la aportación de crudo iraní a su producción total era menor del 10 por ciento. Fuentes de Cepsa la sitúan en torno al 13 por ciento en su caso.

Desde finales de diciembre, el precio del barril de Brent ha aumentado un 9% al pasar de estar sobre los 100 dólares a moverse por encima de los 110. A ello se le suma la mala situación económica continental. La depreciación del euro frente al dólar (desde abril de 2011 se ha devaluado un 14 por ciento hasta los 1,27 dólares) ha provocado que el esfuerzo por comprar productos como el gasóleo sea el mismo que en julio de 2008, cuando se alcanzó un precio récord de 147 dólares el barril de Brent.

El mercado ya preveía que la UE fuese a imponer sanciones contra Irán, así que la sobreapreciación del barril de Brent ha sido leve » señala Soledad Pellón, analista de IG Markets. En caso de conflicto bélico en la zona, la entidad danesa Saxo Bank situó ayer la posible subida del precio del barril de Brent entre 20 y 40 dólares. Y alerta, en caso de prolongarse la subida del precio del crudo, «aumentarían los fantasmas de una recesión al estilo de la de 2008-2009». Todo un reto para la recuperación económica.