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AUDIENCIA NACIONAL

Un etarra vuelve a desafiar a los jueces: «No les debo respeto»

Beobide, juzgado por atentar contrala sede de ETB, mantuvo una actitud chulesca en su juicio en la Audiencia

J.P.

El etarra Ibai Beobide, que cruzó la frontera con la orden de formar tres «comandos» en Guipúzcoa y, sin embargo, al ser detenido propició la caída de un puñado de terroristas, se puso ayer bravucón en la Audiencia Nacional, donde es juzgado por el atentado contra la Radio Televisión Vasca (EITB): «Mire, yo no le debo ningún respeto a este tribunal, ¿me ha oído?», le espetó al presidente Alfonso Guevara y a la fiscal Ana Noé cuando procedía a su interrogatorio.

Beobide, que recientemente solicitó, junto al resto de los presos etarras, beneficios penitenciarios, lejos de arrepentirse y pedir perdón a las víctimas, se opuso a responder ante la Justicia por sus muchas fechorías —atentó también contra «El Correo», una sede del PSE...—. Ya desde poco antes del inicio, adoptó una postura chulesca cuando cruzó saludos desde la urna blindada con familiares y amigos que acudieron al juicio. Uno de ellos le mostró una camiseta del Athletic de Bilbao que llevaba bajo su chandal, ante lo cual el etarra se bajó la cremallera del jersey para exhibir el polo que vestía, con un escudo del mismo equipo.

Al comenzar la vista, el presidente del tribunal, Alfonso Guevara, ordenó a Beobide que se pusiera en pie y, ante su negativa, pidió a los policías que lo levantaran. Cuando la fiscal Ana Noé procedió a leer las preguntas que pretendía formularle, el terrorista le desafió: «Mire, yo no le debo ningún respeto a este tribunal, ¿me ha oído?». Pese a su intento de sentarse, los agentes le mantuvieron en pie. El acusado ni siquiera respondió a las preguntas de la defensa.

Ibai Beobide fue detenido el 13 de febrero de 2010 cuando circulaba en bicicleta cerca de la localidad guipuzcoana de Asteasu y levantó las sospechas de la Guardia Civil, que advirtió que, para ser cicloturista, llevaba demasiado peso en su mochila. Tras su arresto comenzó a golpearse la cabeza contra un vehículo, buscando coartada ante sus cabecillas por lo que estaba dispuesto a confesar a los agentes. Efectivamente, en los interrogatorios desveló con detalle la infraestructura de los tres «comandos» que iba a crear, lo que propició la caída inmediata de seis de sus integrantes y la identificación del resto.

El «cicloterrorista» confesó además sus planes para asesinar a un empresario y a un ertzaina. Por el atentado contra EITB, perpetrado el 31 de diciembre de 2008, la Fiscalía solicita 37 años de cárcel, ya que le considera autor, entre otros, de un delito de detención ilegal, de estragos terroristas y robo con violencia.

Por aquel entonces, Beobide formaba parte del «comando Basakatu» junto a Itziar Moreno Martínez, «Leia», y Oihana Mardaras Orueta, «Hodei». Con el fin de atentar contra la sede de la EITB, los tres etarras confeccionaron un artefacto cargado con entre 80 y 100 kilos de explosivo. El día anterior robaron una furgoneta, tras secuestrar a su propietario. La acción criminal provocó cuantiosos daños materiales.

Apología etarra en internet

Por otra parte, la Audiencia Nacional ha condenado a un año de prisión al asturiano Alberto Ortega Rivas por enaltecimiento del terrorismo, ya que a través de la red social «Tuenti» hizo comentarios en los que deseaba el asesinato de miembros de las Fuerzas de Seguridad. Los hechos se remontan a agosto de 2009, cuando el condenado, con el seudónimo «Alberto Asturies Dixebra», puso, junto a una foto en la que aparecían tres ertzainas y la imagen de un fuego, el comentario: «Una pena que no ardiesen ellos». Y ante una foto de ertzainas practicando una detención, escribió «a ver si acaban como los picolos d mallorca», en relación a los dos guardias civiles asesinados aquel mes.

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