Gasol carga con los palos

La vida sigue igual en Los Ángeles... o incluso peor. Seis meses después de que los Lakers naufragaran en semifinales de conferencia frente a los Mavericks, poco o nada ha cambiado en el conjunto angelino, tal y como pudo comprobarse en el primer partido de la temporada en el Staples Center. Los mismos errores del pasado, la misma dependencia de Bryant y los mismos palos para Pau Gasol , al que siempre que vienen mal dadas se le acusa de ser el culpable principal.

El tiempo no ha cicatrizado las heridas abiertas entre la grada y el equipo durante los últimos play offs . Para la prensa americana, Pau sigue siendo «Gasoft», un juego de palabras ideado para resaltar la presunta fragilidad defensiva del español, y ven en él la diana predilecta para justificar los fracasos del equipo, tal y como ocurrió ante Chicago . En el partido inaugural, en el que los Bulls de Derrick Rose rendían visita al Staples Center , los Lakers volvieron a exhibirse como un conjunto irregular. En las fases de buen juego, la mayoría coincidiendo con ramalazos de brillantez de Kobe Bryant, se intercalaban esas habituales desconexiones que condenaron al equipo la temporada pasada.

Apagones que permitieron la increíble remontada visitante —los Bulls perdían por 11 a falta de 3 minutos y medio— y el lucimiento personal de Derrick Rose , que silenció el Staples Center con una canasta mágica a falta de cinco segundos para el final. La derrota dio paso a las críticas contra el español, cuyo encuentro se movió entre la mediocridad del resto del equipo (14 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias). «Duele perder así, porque es un partido que, probablemente, teníamos que haber ganado» , apuntó el español.

La prensa americana culpa a Gasol de la derrota por dos acciones ocurridas en los instantes finales. Con los Lakers mandando por seis puntos (85-79, min. 47), el pívot erró dos tiros libres, y segundos después permitió un 2+1 de Luol Deng que dejó la diferencia en solo tres antes de que Rose sacara a relucir su título de MVP. Las miradas furtivas hacia el catalán contrastaron con las que recibía Bryant, cuyo partido, a pesar de sus 28 puntos, fue bastante discreto. Su octava pérdida del encuentro fue la que más dolió. Un mal pase hacia Gasol que permitió la canasta del triunfo visitante. Luego, con cinco segundos por delante, la estrella de los Lakers no supo encontrar el aro de los Bulls. Otra decepción que trató de maquillar en los vestuarios. «He visto un montón de cosas positivas. Defensivamente fuimos terribles . Hicimos un gran trabajo», señaló el escolta angelino. Unas palabras que coinciden con las del nuevo técnico de los Lakers, Mike Brown, para el que la derrota fue una mera casualidad.

«Jugamos un gran baloncesto hasta los minutos finales. Ahí hubo un montón de cosas que hicimos mal y no supimos matar el partido», apuntó Brown, muy discutido desde que se hizo cargo del banquillo en sustitución de Phil Jackson.

En otro de los encuentros disputados en la jornada de Navidad, los Thunder de Serge Ibaka se hicieron con el triunfo ante Orlando. Liderados por un gran Kevin Durant (30 puntos), los de la franquicia de Oklahoma vencieron a los Magic (97-89) en un partido en el que el congoleño nacionalizado español se quedó sin anotar a pesar de salir en el cinco inicial. Ibaka aportó seis rebotes y dos tapones al triunfo de los Thunder, finalistas del Oeste la temporada pasada. También ganaron los Heat en su visita a Dallas (94-105), mientras que los Clippers de Chris Paul arrasaron a los Warriors (86-105).