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El Papa pide en la cárcel de Roma dignidad para los presos

Respondió a sus preguntas y les aseguró que «Dios os ama»

El Papa pide en la cárcel de Roma dignidad para los presos AP

JUAN VICENTE BOO

Benedicto XVI se emocionó el domingo en la cárcel romana de Rebibbia casi tanto como los presos que acudió a visitar y a cuyas preguntas respondió durante un buen rato en la capilla del centro. El Papa exigió “que los detenidos no sufran una doble pena” ya que las condiciones de hacinamiento e inseguridad suponen un castigo añadido casi tan importante como la privación de libertad. En un tono de confianza , el obispo de Roma les dijo que sufrían algunos problemas secundarios comunes como las criticas injustas. Por eso les animó a la paciencia y a la esperanza pues “tenemos que aguantar que algunos hablen mal y de modo hostil contra los presos como otros hablan de modo agresivo contra el Papa. Y pese a ello seguimos adelante. Es muy importante seguir adelante”.

Benedicto XVI reconoció que el hacinamiento, los malos tratos y los abusos a manos de otros presos suponen “una pena todavía más amarga que la detención”. Sus palabras tuvieron gran eco en Italia, un país que hacina a 67.000 internos en cárceles con capacidad para solo 45.000 personas. El Papa insistió en que, aunque sean culpables de delitos, “los presos son personas humanas, que merecen ser tratados con respeto y dignidad”. Emocionado, les dijo que “me gustaría escuchar la historia personal de cada uno, pero no es posible. He venido a deciros que Dios os ama”.

El encuentro del domingo fue la segunda visita de Benedicto XVI a una prisión romana después de la realizada en marzo del 2007 a la cárcel de menores de Casal di Marmo. Pero Rebibbia es especial, pues trae el recuerdo de la visita de Juan Pablo II en 1983, cuando acudió a visitar a Ali Agca, el pistolero turco que le disparó en la Plaza de San Pedro el 13 de mayo de 1981 y estuvo a punto de matarle.

Las visitas a los encarcelados, que no por culpables dejan de ser personas, son una constante en la historia del cristianismo. Los papas modernos las han realizado en varias ocasiones desde que Juan XXIII acudió un día a la cárcel de Regina Coeli, situada en pleno centro de la ciudad.

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