Incautan en el aeropuerto de Moscú material radiactivo con destino a Irán

En la nota distribuida por el Servicio Federal de Aduanas ruso (FTS) se asegura que «durante un control aduanero de los pasajeros del vuelo Moscú-Teherán, efectuado en la sala de embarque de Sheremétievo, el sistema de detección emitió una señal de alerta». El comunicado señala que, tras comprobar los equipajes, «fueron descubiertas dieciocho piezas metálicas embaladas en contenedores separados que emitían en un nivel de radiactividad veinte veces superior a lo normal».

Efectuados los correspondientes análisis, la sustancia resultó ser un isótopo inestable de sodio, cuya producción, añade el portavoz del FTS, «es posible solamente operando un reactor atómico». El hallazgo ha dado lugar al inicio de una investigación penal.

Técnicos rusos construyeron y pusieron el año pasado en funcionamiento la central nuclear de Bushehr. La asistencia, la tecnología y el combustible para su funcionamiento provienen también de Rusia, cuyos dirigentes han ofrecido al régimen iraní ampliar aún más las áreas de colaboración en el terreno nuclear.

El pasado mes de noviembre, Moscú criticó duramente las últimas sanciones contra Irán por considerar que tales medidas se salen del ámbito de la lucha contra la proliferación nuclear. Rusia considera también que las sanciones dificultan aún más establecer el diálogo necesario para hacer que Teherán entre en razón.

A juicio del ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, el aumento de la presión mediante las sanciones no hará que el Gobierno de Irán aumente su disposición negociadora. Lavrov cree además que las sanciones pueden encerrar el objetivo de derrocar al régimen. Y por último, siempre consentidora con Irán, Rusia tampoco aprueba el último informe de la AIEA sobre el programa nuclear iraní.