Socialistas

EL PSC está de Congreso. Muchos problemas que resolver. Para empezar, una dirección —tres elecciones perdidas en un año— que no abandona el poder y quiere controlar el cambio. Supongamos que, finalmente, el cambio se produce. ¿Qué ideología cuando el socialismo carece de discurso y espacio propios si tenemos en cuenta el triunfo general del liberalismo? ¿La defensa del Estado del bienestar? Al respecto, me permito recordar dos cosas. Primera: el liberalismo también impulsa el Estado del bienestar —de hecho, el Estado del bienestar lo inventó en el XIX un señor de derechas llamado Bismarck que se inspiró en el Wohlfahrsstaat de los príncipes alemanes del Sacro Imperio Romano Germánico del XVII y XVIII— y la redistribución de la riqueza que conlleva. Segunda: el centroderecha es el que, en la presente coyuntura de crisis y despilfarro de recursos —¡el tripartito encabezado por los socialistas!—, intenta salvar lo que se pueda del Estado del bienestar. Así las cosas, ¿qué ideología cuando, además, el socialismo se ha quedado sin modelo en que inspirarse —la Suecia socialdemócrata se ha hecho liberal con recortes incluidos— y la clase trabajadora aspira a instalarse lo más cómodamente posible en la prosperity liberalcapitalista que el socialismo critica?

Ahí no acaban los problemas. ¿Cuál es la identidad «nacional» del PSC? ¿Cómo resolver la cuestión catalanismo versus españolismo? ¿Habrá que poner énfasis en la cuestión social o en la «nacional»? ¿Un grupo socialista propio en el Congreso con los conflictos y enfrentamientos que ello conllevaría con el PSOE de los cuales el PP sacaría una buena tajada? Por cierto: si se pide un grupo socialista catalán propio en el Congreso, ¿por qué no pedir un grupo socialista español propio en el Parlament de Cataluña? En todo caso, el cambio en el socialismo catalán es difícil, si tenemos en cuenta que el PSC es un partido funcionarizado que ha devenido una máquina de poder. Y el mando de la máquina no se suelta así como así.