Hazte premium Hazte premium

Jacques Chirac, condenado por malversación de fondos

Primer presidente francés a quien condena un tribunal ordinario, se le imponen dos años de prisión, pero no irá a la cárcel, por su edad y mala salud

JUAN PEDRO QUIÑONERO

Condenado por un delito relativamente «menor», la «creación» de veintiún empleos municipales inexistentes, de los que se beneficiaban amigos y conocidos, Jacques Chirac ha conseguido escapar del proceso jurídico de los grandes escándalos de su paso por la alcaldía de París (1977- 1995). Ese feudo electoral fue una «fortaleza» envuelta en las turbias componendas que obligaron a disolver precipitadamente su propio partido, el difunto Reagrupamiento para la República (RPR).

La inmunidad como jefe de Estado durante doce años (1995-2007) le permitió escapar de todos los procesos que sufrieron sus amigos, subordinados y hombres de paja, perseguidos judicialmente y condenados muchos de ellos por cuatro grandes escándalos, los más graves de la historia política de París: el escándalo de los empleos ficticios; el de los falsos responsables de «misiones especiales»; los pisos de alquiler moderado y el escándalo de la Sempap (Sociedad de economía mixta de prestación de servicios).

Esos cuatro grandes escándalos fueron juzgados durante los últimos diez años. Todos afectaban al abuso de confianza y el desvío de fondos públicos cuando Chirac era alcalde. El ex presidente ha sido condenado por el capítulo «menor» del escándalo de los empleos ficticios. En verdad, se trataba del mecanismo más conocido de corrupción política administrativa: la alcaldía de París pagaba sueldos a amigos, confidentes y militantes del Reagrupamiento para la República (RPR), que cobraban sus salarios con cargo a los impuestos pagados por los contribuyentes parisinos.

Con Chirac han sido condenadas otras personalidades, como Jean de Gaulle (nieto del general) o Marc Blondel, ex secretario del segundo sindicato francés, Fuerza Obrera (FO), a quien le habría ofrecido un coche con chófer pagado por la alcaldía.

Ese mismo mecanismo estuvo en el origen del no menos famoso escándalo de los responsables políticos de «misiones especiales»: personalidades políticas próximas a Chirac cobraban salarios pagados por la alcaldía, sin ninguna prestación laboral conocida. Durante los años 80, políticos como Alain Juppé (actual ministro de Asuntos Exteriores) o las esposas de numerosos ministros amigos de Chirac, cobraron sueldos como responsables de «misiones especiales», con cargo al presupuesto municipal.

Corrupción urbanística

Escándalo de otra naturaleza es el de los pisos de alquiler moderado de la alcaldía. Se trata de una página tenebrosa en materia de corrupción política y urbanística, entre 1989 y 1995. En 1994 se descubrió una misteriosa sociedad Seatib, especializada en prestación de servicios inmobiliarios. A través de la Seatib, la alcaldía tenía montada una empresa de cobro de comisiones, cobro de dinero negro que muchos empresarios estaban dispuestos a pagar para conseguir contratas de obras y servicios. Propietaria de un parque inmobiliario de cierta envergadura, los hombres de Chirac cobraban comisiones y falsos servicios a través de la Seatib. Con ese dinero se financiaba el partido del alcalde, el RPR, entre otras actividades.

Paralelamente, el escándalo de la Sempap, sociedad de economía mixta de prestación de servicios creada por los hombres de Chirac en 1986, dejó al descubierto el pozo sin fondo conocido de una empresa cuyo trabajo esencial era negociar las obras públicas de la capital, cobrando comisiones, no siempre legales, a muchos niveles que terminaban financiando actividades políticas y de distinta naturaleza al servicio de Chirac.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación