El torero Roberto Domínguez recibe el Premio Trayectoria Artística de Valladolid 2011

El torero Roberto Domínguez (Valladolid, 1951) recibió en la noche de ayer “feliz y muy orgulloso” el Premio Trayectoria Artística Provincia de Valladolid 2011, cuarenta años después de haber tomado la alternativa. El maestro confesó sentirse “extraño” al recibir este reconocimiento, que por primera vez en la historia de los galardones recae en un matador, ya que en las dos últimas décadas ha vivido la profesión “dentro pero fuera, viendo los toros desde la barrera”.

Desde que lidiara su última faena el 12 de octubre de 1992, Roberto Domínguez ha aprendido “a valorar nuevas cosas y a ver el oficio de una manera diferente”, tanto en su etapa como comentarista taurino en las retransmisiones televisivas en directo, como en los últimos ocho años en los que ha ejercido como apoderado y consejero personal de El Juli, para quien también tuvo unas palabras cariñosas: “Llevo con él ocho de los doce años de su carrera, y en este periodo ha sufrido una evolución extraordinaria. En el toreo, sólo los privilegiados evolucionan, y ha sido su caso. Yo he tenido la suerte de pasar por allí en ese momento, porque él hubiera evolucionado de igual forma sin mí”, recalcó a Ical.

Domínguez explicó que el Premio Trayectoria Artística Provincia de Valladolid 2011 tiene un significado “muy especial” para él, al tratarse del primer torero que lo recibe, ya que le anteceden en el palmarés la escultora Ana Jiménez, el pianista Pedro Zuloaga, el pintor Félix Cuadrado Lomas y el escritor Godofredo Garabito. “El presidente ha sido valiente al apostar por un torero en un momento en el que hay tantas barreras y amenazas a la fiesta”, recalcó además de apuntar que “ser figura hoy es muy difícil, e incluso ser torero en los tiempos que vivimos es un milagro”.

Domínguez, en un encuentro con los medios instantes antes de recibir el galardón, confesó que a lo largo de su vida ha tenido “tantas dudas, como persona y también como torero”, que considera que no es merecedor del premio. “A lo largo de mi vida me he acostumbrado a recibir los trofeos tras una faena, pero éste es el primer premio que me van a dar delante de mis hijos y estoy muy contento por ello”.

El presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, fue el encargado de glosar la trayectoria de Roberto Domínguez, al que se refirió como “un artista en el pleno sentido de la palabra, que en sus años de trayectoria profesional ha demostrado su gran valor y maestría, su capacidad de transmisión artística, cosechando innumerables trofeos y paseando el nombre de Valladolid por las plazas de toros más importantes de España, Francia, México, Colombia, Portugal, Perú, Ecuador y Venezuela”.

Carnero explicó que nada más conocer la concesión del premio, el diestro pidió destinar los 6.000 euros que el galardón tiene de dotación económica a Unicef, por lo cual el presidente de la Diputación quiso aplaudir “el valor de su lealtad hacia una causa como la infancia”. En la entrega también participó el crítico vallisoletano Fernando Fernández Román, que resaltó que “el apellido Domínguez ha sido fundamental en la historia de la tauromaquia en todo el mundo”.

Ese capote lo recogió el premiado, que tuvo un emotivo recuerdo para con su tío Fernando Domínguez: “Él ha sido mi maestro y mi dios en el mundo del toreo; aprendió a torear de forma autodidacta y yo aprendí con él a torear y a ser hombre. Él me enseñó que, en esta vida, lo difícil es ser respetado sin dejar de ser querido”.

Domínguez, de quien se proyectó una semblanza en un vídeo que recogía las imágenes más emotivas de toda su trayectoria, reconoció sentirse querido en su tierra, Valladolid, pese a que ésta “es tradicionalmente dura con sus paisanos". "Conmigo no ha sido así", recalcó. Además, recordó que Valladolid es una tierra que ha dado tradicionalmente muchos toreros, y apuntó que “a los toreros que están saliendo ahora de aquí les que mucha historia todavía por escribir”. Tras su intervención, el acto se cerró con la actuación del cuarteto de cuerda vallisoletano, Messa di Voce.