Marisa Monte canta al amor y al sentimiento como necesidad de hoy
Tres grammy y diez millones de discos vendidos. «O que você quer saber de verdade» es su nuevo álbum
MANUEL DE LA FUENTE
Músicos de una pieza como Caetano Veloso (y su hermana Maria Bethânia), Gilberto Gil, Tom Zé, mujeres como Gal Costa , grupos como Os Mutantes, y todo el movimiento tropicalista de finales de los sesenta desbrozaron el camino (más bien autopista) por ... el que vuela la música popular brasileña contemporánea. Ellos fueron un poquito más allá de la bossa, incorporaron pinceladas de rock, incluso algún trazo de psicodelia, el cancionero tradicional brasilero (sobre todo la música de Bahía), le dieron un papel protagonista a la herencia africana y abrieron puertas de par en par para el futuro del pop del país.
Sus herederos no les defraudaron, y hoy en día la música de la tierra de Lula y de Ronaldo es un caldero delicioso del que manan suculentos aromas: Marisa Monte, Carlinhos Brown, Daniela Mercuri, Rita Ribeiro, Adriana Calcanhotto, Arnaldo Antunes, incluso Moreno Veloso, hijo de Caetano, que han revitalizado el cantar de la nación amazónica como probablemente no suceda en ningún otro lugar del mundo.
De todos ellos, Carlinhos y Marisa son los más populares en España. Hoy nos ocupa Marisa, tres grammys latinos en su poder y cerca de diez millones de discos vendidos, y más conocida en España desde que publicara en 2002 junto con el propio Brown y también con Antunes el álbum «Tribalistas».
Octavo de estudio
Ahora, la artista de Rio de Janeiro publica «O que você quer saber de verdade», su octavo álbum de estudio en el que dos de las presencias destacadas son las de los dos artistas anteriormente citados en varios títulos. Aunque hay más nombres de relumbrón como el del compositor Gustavo Santaolalla, ganador del Oscar («Babel», «Brokeback Mountain») y la genial colombiana Totó la Momposina.
Estamos ante un disco serenamente hermoso, bellísimo que revolotea alrededor del nido del amor y sus muchisimos significados, porque como alguna vez ha asegurado la artista carioca «el amor es una forma de inteligencia». Marisa Monte venía de una gira por medio mundo y al fin pudo estar en casa sin ser sometida al tormento de aeropuertos, aviones, jet lag, promoción, cambios de idioma. «Necesitaba ese silencio, estar en casa y llevar una vida normal». Y este es el fruto, inolvidable e intenso como un atardecer en la playa de Ipanema. Y que nadie olvide tampoco que a Marisa Monte le encanta bailar, y de qué manera, como se puede ver en el video «Ainda bem» (www.marisamonte.com.br) toda sensualidad en brazos del futbolista Anderson Silva, exjugador del Málaga y el Racing, y hoy en el Nacional de Montevideo.
Y, por supuesto, ya lo decíamos, el amor, como siempre ha sido y será en la canción popular. Porque entre ellos existe, una relación «ancestral» como a la cantante le gusta decir. En su disco, Monte también reflexiona dulcemente (a veces con cierta saudade) sobre los cambios en este sentimiento universal en los últimos tiempos.
En español, el álbum vendría a ser algo así como «Lo que usted quiere saber de verdad». En palabras de Marisa «la música es una invitación para escuchar las necesidades del alma». Monte parece alguien realmente comprometido con la felicidad tanto suya como la de quienes la escuchan y tras asegurar que «la música para los brasileños es casi, casi (hay un poquito de ironía en su voz) casi como el fútbol, está en todas partes, de la mañana a la noche», subraya que en estos días que vivimos «el valor de una canción es que sacia nuestra sed de sentimiento, y los sentimientos son vitales para que podamos vivir un mundo mejor».
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