El patinador Javier Fernández consigue una histórica medalla de bronce en la final del Grand Prix

Un bronce que sabe a oro. Porque a oro es a lo que sabe una medalla nunca antes conseguida por un deportista españo l: un bronce en la final del Grand Prix, el equivalente a la Copa del Mundo en patinaje artístico sobre hielo. Y se lo ha llevado Javier Fernández. El madrileño, que ya esta temporada ha subido dos veces al podio en pruebas del Grand Prix, solo fue superado en la final disputada en Quebeq por el actual campeón del mundo, el canadiense Patrick Chan , y el campeón de la temporada pasada, el japonés Daisuke Takahashi.

El joven madrileño reconocía ya con la medalla colgada del cuello que salió al hielo a disputar la final "con menos presión que en el programa corto, y solo intenté centrarme en mi propia actuación para hacerlo lo mejor posible". Y eso fue suficiente para mantenerle en el cajón. Dos cuádruples casi perfectos nada más comenzar su programa de "Rigoletto" que pusieron al público en pie. De hecho, la Federación Internacional de Patinaje considera a Javier, desde esta madrugada, como el primer deportista en lograr dos cuádruples limpios y perfectos en un mismo programa.

"La verdad es que me ha salido muy bien el programa , y estoy muy contento, porque voy poco a poco dando saltos que, para mí, son muy grandes", reconocía un exultante Javier a ABC poco después de terminar.

Por delante de Javier terminó el canadiense y favorito de público y jueces, Chan, que pese a algunos pequeños fallos e incluso una caída, se llevó las mejores notas de la noche que le colocaron en lo más alto del podio, mientras que el japonés Takahashi remontó desde la quinta plaza que obtuvo en el programa corto hasta la segunda final, con un programa limpio y con mucha dificultad.

Fernández se va de Quebeq no solo con la medalla de bronce, sino también con su mejor marca personal en el programa largo (166,29 puntos) y como claro favorito para las competiciones que le quedan el resto de temporada: el Campenato de España que se disputará en Jaca la semana que viene, el Campeonato de Europa (en la final del Grand Prix solo logró meterse otro europeo, el checo Michel Brezina, que terminó sexto) y el Campeonato del mundo.

De momento, los cinco meses que Javier lleva en Canadá entrenando con Brian Orser no han podido ir mejor. "Todo ha cambiado muchísimo para mí, la técnica de entrenamientos, el país donde vivo, la forma de trabajar... Pero el resultado, a la vista está, es espléndido , me viene muy bien esta forma de trabajo", explica Fernández.

Para la Federación Española de Deportes de Hielo la medalla de Javier es si cabe más importante en un deporte que lucha por ir abriendo camino en un país con muy escasa tradición. "Hasta que un deporte no se hace famoso, con grandes ganadores del país, los padres no quieren que sus hijos lo practiquen. En España hay pocos federados y muy pocas pistas, pero nos están ayudando muchísimo en la Federación para que este deporte salga adelante", reconoce el madrileño. Con resultados como el suyo, seguro que son muchos los chavales que quieren imitarle.