CIRCULÓ EBRIO EN SENTIDO CONTRARIO 10 KILÓMETROS
Un jurado juzga al conductor que causó un accidente con tres fallecidos
Un jurado popular juzga desde el próximo lunes, en la Audiencia Provincial de Toledo, al conductor que en junio de 2007 provocó un accidente tras circular más de diez kilómetros en sentido contrario por la A-5, provocando un accidente en el que murieron tres personas, un matrimonio y su nieto de 3 años, hecho por el que le piden 15 años de cárcel.
En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal relata que el acusado, Guillermo L.G.H., de 56 años, se puso al volante de su vehículo, un Ford Mondeo, con una tasa de alcohol de 2,45 y 2,21 gramos por litro de sangre, de forma que casi cuadruplicaba el límite máximo, fijado en 0,5 gramos, y que le mermaba sus facultades para conducir pero no le impedía ser consciente de sus actos.
Según el escrito del fiscal, el conductor se incorporó a la autovía A-5 Madrid-Badajoz, aproximadamente a la altura del kilómetro 84,600 (Santa Olalla), en el sentido contrario a la marcha, es decir, se incorporó en sentido Madrid por los carriles que iban hacia Badajoz, siendo consciente del peligro que ocasionaba para los demás conductores.
En concreto, en el kilómetro 82,500 se cruzó de frente contra un turismo Seat Toledo, conducido por E.B.B., que se vio obligado a realizar una maniobra evasiva para evitar una colisión, se salió de la calzada por el margen izquierdo y chocó contra la valla de protección.
Continúa el fiscal que el acusado, aunque observó la circulación de «numerosos vehículos en sentido contrario» al suyo, de provocar un accidente y de que pasó hasta por tres lugares en los que pudo salir de la autovía para corregir su trayectoria, siguió circulando en sentido contrario a pesar del «evidente peligro que dicha conducción presentaba y asumiendo sus posibles resultados».
Finalmente, a la altura del kilómetro 73,800, en un tramo recto posterior a una curva y ligeramente descendente, el acusado «sin hacer nada para evitarlo» chocó frontalmente contra el vehículo Renault Laguna, en el que viajaban las tres personas que fallecieron en el acto. Son S.N.G., que tenía 67 años, su esposa, M.M.B.R. de 66 años, y su nieto de 3 años.
El fiscal considera estos hechos constitutivos de un delito de conducción con consciente desprecio de la vida de los demás en concurso con tres delitos de homicidio, por lo que solicita 15 años de prisión.
A esta pena se le debe restar el tiempo que el acusado estuvo en prisión preventiva, desde agosto de 2007 hasta febrero de 2009, y además concreta que tiene retirado el permiso de conducir desde marzo de 2009.
También el fiscal pide una indemnización de 5.884 euros para E.B.B. por los daños materiales causados en su vehículo, si bien por esta cantidad responderá la empresa aseguradora del vehículo del acusado.
En cambio, los herederos de los tres fallecidos han renunciado a la indemnización que pudiera corresponderles, ya que han sido compensados por la compañía aseguradora del acusado.
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