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Monti avisa que el tijeretazo por 30.000 millones «es sólo el inicio»

El primer ministro italiano defiende un ajuste sin el que «Italia caería como Grecia»

Monti avisa que el tijeretazo por 30.000 millones «es sólo el inicio»

ÁNGEL GÓMEZ FUENTES

«Este es un primer paso, es solo el inicio» de un camino largo y fatigoso, explicó Mario Monti en la Cámara de Diputados, donde ilustró el plan de austeridad de 30.000 millones de euros brutos. «Sin este paquete de medidas, Italia se hunde, cae en una citación similar a la de Grecia». Esta evocación del drama griego la había hecho horas antes ante la prensa extranjera acreditada en Roma. Se trata de una imagen fuerte, que Mario Monti ha querido utilizar para dar idea de la gravedad de la crisis económica italiana.

En su discurso a la Cámara, Monti comenzó con una declaración de intenciones: «La Italia que estamos construyendo es la que debemos entregar a nuestros hijos». Después explicó el sentido del esfuerzo que debe hacerse e hizo un llamamiento a los italianos: «Pedimos sacrificios a todos los componentes del país. No hacerlos, significa tener que sufrir otros más graves dentro de pocas semanas, o incluso dentro de pocos días. El esfuerzo que pedimos al país no es solamente grande, sino urgentísimo. Y no será suficiente si cada ciudadano no contribuye personalmente».

«Decreto salva-Europa»

El profesor Monti llamó a su plan de ajuste «decreto salva-Italia», cuando lo presentó el domingo. Ayer amplió los confines, durante su intervención en el Senado, para asegurar que «en esta fase es “salva-Europa”», porque de él «depende también la salvación de Europa». Muy apasionada fue su defensa de la moneda única y de la UE: «Fuera del euro y de la casa común de la Unión europea solo existe el abismo de la pobreza y del estancamiento económico, la caída de las rentas y del poder adquisitivo y la ausencia de futuro para el país y las jóvenes generaciones. No existe alternativa», subrayó el primer ministro italiano.

En las diversas comparecencias de ayer, Monti expresó su gran satisfacción porque «ahora somos más creíbles en Europa» y «estamos seguros de que Italia no quebrará».

El decreto debe ser aprobado ahora por el Parlamento. Aunque sea regañadientes (Monti cosechó ayer pocos aplausos en el Parlamento), porque los partidos deben tener cuenta del malhumor de sus bases (al PDL de Berlusconi disgusta sobremanera el impuesto sobre la casa, y al PD de centro-izquierda amarga la reforma de las pensiones), el duro plan tendrá el visto bueno parlamentario, y quizás se introduzcan leves modificaciones.

Los recortes fueron bien saludados por los mercados. Milán fue la mejor Bolsa de Europa (+2,91 %) y la prima de riesgo italiana ya está 200 puntos por debajo del nivel en el que acabó con el Gobierno de Berlusconi.

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