«Solo visto ropa gallega»
Entrevista a Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia
montserrat lluis
Núñez Feijóo llega a su despacho a las 9.30 horas. No acaba de saltar de la cama. Lleva bajo el brazo un pliego de hojas sueltas de periódicos del día. No son para tener contenta a su pareja, periodista, a la que conoció hará ... una década cuando ella le entrevistó. «La manía» de recortar prensa la cogió de Fraga, «un personaje interesantísimo» y el primer jefe de Alberto. En 1991 entró en su Gobierno autonómico como secretario general de la Consejería de Agricultura y, poco después, de Sanidad. El mismo cargo le dio el «secarrón» de Aznar en Madrid, aunque ese mismo año, 1996, ya lo puso al frente del Insalud y, en 2000, de Correos. El abogado orensano consiguió cerrar el ejercicio con números negros y que las cartas se entregaran antes. Tampoco tardaron en enviarlo a él de vuelta a Santiago, remitido está vez por Rajoy. «En 2003 me pidió que intentara hacerme cargo del partido en Galicia». Y cumplió. Como consejero, como vicepresidente y, desde 2009, en «el mejor puesto para un político gallego».
—Ha sido discípulo de tres grandes nombres del PP: Fraga, Aznar y Rajoy.
—Pues es verdad… Y he aprendido mucho. Sobre todo, a ser riguroso, pensar antes de hablar, planificar antes de actuar. En política, es tan importante el trabajo como las apariciones públicas y, de vez en cuando, conviene quedarte callado. Han dedicado su vida al servicio público y a los intereses generales. Yo no sé si soy un nostálgico, pero creo en ello.
—¿Recuerda cómo conoció a Rajoy?
—Sí, cuando él era vicepresidente de la Xunta y yo simple empleado público. Le pedí que dictara la ley de función pública. Después no tuve más contacto hasta que volví a Madrid en el 96, como secretario general de Sanidad. A partir de ahí siempre hemos tenido relación.
—¿Se retirará más joven que Fraga?
—Ja, ja. Seguro. No creo que yo aguante a los 89. Lo vi el domingo y seguía con un montón de periódicos en su casa. Fraga y política contemporánea son sinónimos. Al ver los últimos resultados electorales del PP, ha comprendido que su vida ha tenido sentido.
—¿A qué dedica el tiempo libre?
—Un presidente que lleva dos años y medio está casi en garantía todavía, así que tengo las dos manos ocupadas en que no se caiga la pared de los servicios públicos esenciales y del déficit y que la Xunta no entre en quiebra.
—¿Pero cuáles son sus hobbies?
—Conducir y no me dejan, perderme por cualquier país y tampoco me dejan... Mis aficiones en los dos últimos años las he colmado recorriendo Galicia. No he podido hacer más cosas pero ha sido tanto el honor...
—Es menos tímido de lo que parece.
—Los que me conocen no tienen esa opinión. No, no sé. El secarrón de Aznar daba una imagen que creo que necesitaba en aquel momento España: un presidente comedido y cauto. Prefiero eso a la sonrisa fácil o el titular bonito, sin duda. Además, no soy portavoz de buenas noticias y debo hacerlo con respeto a los ciudadanos.
—¿Tener una pareja periodista le ayuda a temer menos a la prensa?
—Ja, ja... Los periodistas cumplen un trabajo muy importante y pediría que nos ayudasen porque estamos en una situación de emergencia. Es hora de empezar a hablar más de deberes que de derechos para que sean la base sólida de los derechos en los próximos años. A todos nos gustaría que todo fuera gratis, que no se pagase por transitar por unas carreteras, ni por medicamentos, pero tenemos que tomar decisiones y en eso la prensa puede hacer un papel fundamental.
—¿Tiene ropa de «Zara»?
—Tengo toda la ropa gallega. No por un planteamiento nacionalista, sino porque la tenemos buena, excelente.
—¿Carne o marisco gallegos?
—Prefiero el marisco, aunque de vez en cuando hay que tomar proteínas. Pero el marisco es único.
—¿Cocina usted?
—Nada, un desastre, pero soy especialista en microondas.
—Orense es probablemente la provincia de Galicia menos popular...
—Hay gente muy inteligente. Somos pocos en el mundo —300.000— y una especie a proteger, ja, ja.
—¿Cómo lleva el drama del Depor?
—Pues mal. Mi padre es del Barça y yo del Madrid, pero en los equipos gallegos sí coincidimos. Él es forofo del Dépor y yo viví en Vigo, así que tengo al Celta y al Dépor en Segunda.
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