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Córdoba / aguilar de la frontera

Tres años, nueve meses y dos días

A punto de cumplirse cuatro años de la desaparición de Ángeles Zurera, poco más se sabe pese a la intensa búsqueda

Día 04/12/2011 - 11.36h

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Una durísima condena sin prisión y sin barrotes. Ésa es la sensación que tienen los familiares de Ángeles Zurera, la mujer que desapareció en Aguilar de la Frontera hace hoy justamente tres años, nueve meses y dos días. Se perdió dejando atrás objetos tan personales como sus lentillas, sus gafas o el D.N.I. Nadie podría haber presagiado aquel dos de marzo de 2008 que la inesperada ausencia de Angelines se iba a prolongar tanto.

La alarma saltó un lunes cuando la mujer faltó al taller de cerámica al que tendría que haberse incorporado a primera hora. Entonces fue cuando sus hijos, que convivían con ella en un chalet en el Cerro Poca Paja de Aguilar, vieron que la cama de su madre no estaba desecha por lo que todo apuntaba a que no había pasado la noche allí.

Nadie había escuchado ni visto nada. Aunque en esos días uno de sus hijos señaló que oyó el claxon de un vehículo en el que pudo haber subido su madre, poco después apareció una versión más consistente. Que la desaparición se produjo la noche del 1 al 2 de marzo porque hasta esa misma madrugada ella había recibido llamadas en su móvil.

Y precisamente en el transcurso de la investigación se descubrió que la última llamada recibida fue de su ex marido, Manuel Reina, del que estaba en pleno proceso de divorcio durante esas semanas. De hecho sobre él han recaído casi todas las sospechas sobre este suceso aunque él siempre ha negado cualquier participación en el caso.

Durante el mes de marzo se sucedieron numerosas batidas de búsqueda por todo el término municipal aguilarense y se celebraron multitudinarias manifestaciones de apoyo a la familia (hasta siete mil personas se contabilizaron en alguna). También comenzaron a repartir miles de carteles por toda España. Un mes después de la desaparición el ex marido fue detenido por la Guardia Civil y, tras prestar declaración en el juzgado aguilarense, fue puesto en libertad.

Y es que al hilo de la investigación se descubrió que el ex marido había protagonizado un episodio de malos tratos contra Angelines tan solo unas semanas antes de la pérdida. Así quedó demostrado. De hecho en marzo de 2009, cuando se cumplía un año del suceso, fue condenado por un delito de violencia de género al quedar probado y reconocido por él mismo que propinó un puñetazo a la mujer y que ésta requirió asistencia médica en el hospital comarcal de Montilla.

Caso mediático

De hecho, el juzgado de Aguilar ha sido escenario de numerosas declaraciones tanto de familiares como de amigos de Angelines. Algunas de ellas apoyadas por concentraciones y todas seguidas muy de cerca por decenas de medios de comunicación ya que este caso se ha convertido en uno de los más mediáticos de los últimos años. Incluso se han producido graves desencuentros entre el ex marido de Angelines con sus propios hijos y la familia de la mujer que también se han saldado con la visita a los juzgados.

Las búsquedas propiciadas por la investigación llevada a cabo por la Guardia Civil han sido incesantes. Se han rastreado alcantarillas, colectores, alpechineras y la mismísima laguna de Zóñar.

En numerosas ocasiones se han peinado también terrenos en los que trabajó el ex marido de Angelines con su empresa de movimiento de tierras. Ésta ha sido una pista seguida durante todo este tiempo. Se llegó a levantar una nave propiedad de Manuel Reina y se buscó en octubre de 2009 en un vertedero que usaban sus camiones. Reina fue finalmente imputado en la desaparición en mayo mismo de este año 2011. Su imputación se fijó por el juzgado con carácter general aunque en ningún momento más ha sido detenido.

La investigación nunca ha parado. En junio el juzgado de Aguilar decidió archivar el caso. En el auto que determinaba ese archivo la jueza reconocía que no había pruebas determinantes contra el ex marido pero admitía que Manuel Reina conocía más detalles de los que realmente estaba contando. También se recogía que los perros rastreadores habían detectado olor a cadáver humano en la maquinaria de su propiedad.

La aparición de un nuevo testigo que aportó declaraciones novedosas ha hecho que la Audiencia Provincial ordenara el 23 de noviembre la reapertura del caso. Precisamente fruto de esa reapertura se efectuó hace unos días una nueva búsqueda con perros levantando el suelo de una nave cuyo suelo había sido nivelado por la empresa de Manuel Reina en marzo de 2008.

Un auténtico calvario para los familiares y amigos de Angelines. Un calvario al que todos quieren poner fin para no vivir siempre en una eterna incertidumbre.

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