La Policía china interroga a la esposa de Ai Weiwei

«Estoy muy preocupado. Ella es una persona muy inocente. Si yo he hecho algo malo, no tiene nada que ver con ella. Deberían venir directamente a por mí, no a por ella», declaró a la agencia AFP el artista, quien explicó que la Policía la había citado en la comisaría para interrogarla .

Además, Ai Weiwei recordó que «hace varias semanas, mi ayudante también fue interrogado por publicar unas fotos y, hace cuatro días, otro asistente recibió una llamada de la Policía para que fuera a comisaría».

El artista, famoso por su labor como asesor en el Estadio Olímpico «El Nido» de Pekín y cuya obra ha sido expuesta en la Tate Gallery de Londres, se ha erigido en la voz más crítica contra el autoritario régimen chino. Hijo de un célebre poeta represaliado durante la «Revolución Cultural», Ai Weiwei se encuentra a sus 54 años inmerso en un kafkiano proceso judicial por impago de impuestos. Detenido a principios de abril, estuvo 81 días bajo custodia policial y alejado de su abogado y sus familiares.

Al ponerlo en libertad, las autoridades anunciaron que había confesado los cargos por evasión fiscal, pero el artista insiste en que es inocente y acusa al régimen de llevar a cabo una persecución política contra él . Para que su caso sea revisado, ha debido pagar la mitad del dinero que le reclama el fisco – 8,4 millones de yuanes ( 977.427 euros –, que ha recaudado a través de una masiva colecta organizada en internet por sus admiradores.

Haciendo gala de su carácter provocador, grabó recientemente un vídeo en el que aparecía cantando el irreverente himno contra la censura en internet «Cao ni ma» , que significa «Hierba, barro, caballo» pero también se puede traducir como «Jode a tu madre». A continuación, y como represalia, la Policía abrió otra investigación contra él por «pornógrafo» . La prueba, más bien ridícula, era una foto en la que aparece desnudo junto a cuatro mujeres sentado sobre unos taburetes, sin que se aprecie ningún contenido sexual más allá de posar sin ropa ante la cámara .

Como escarmiento al no poder acallar su voz, el régimen de Pekín ha optado ahora por darle un susto interrogando a su mujer.