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Islamistas y PP, nueva etapa Rabat-Madrid

El PJD obtiene una victoria indiscutible con 107 de 395 escaños al final del escrutinio

Islamistas y PP, nueva etapa Rabat-Madrid EFE

LUIS DE VEGA

Los islamistas moderados , con 107 escaños de 395, son la nueva fuerza indiscutible del Parlamento de Marruecos . Así lo confirmó ayer el Ministerio del Interior al concluir el escrutinio de las elecciones legislativas del viernes, calificadas por los observadores de «transparentes».

Con 60 representantes más en la Cámara baja que en la anterior legislatura, el Partido Justicia y Desarrollo (PJD), liderará por tanto, casi con toda seguridad, el nuevo Gobierno que deberá salir de las alianzas que ya se están gestando. Todo apunta a que los islamistas se aliarán con los nacionalistas del Partido Istiqlal (PI), que ha obtenido 60 escaños y es la segunda fuerza.

Ese nuevo Ejecutivo será el que deba rediseñar en esta nueva etapa las relaciones bilaterales con el nuevo Gobierno español . En Marruecos no ha caído bien la victoria del Partido Popular. El empuje dado por el PSOE al eje Madrid-Rabat es apreciado en el país magrebí aunque los tradicionales conflictos como Ceuta y Melilla o el Sahara Occidental sigan donde estaban.

«Será más complicado con Rajoy»

«Puede que vaya a ser más complicado con el señor Rajoy, pero en todo caso lo intentaremos», ha declarado el secretario general del PJD, Abdelilah Benkirán . «No podemos cambiar la geografía, somos vecinos y estamos condenados a tener la mejor relación posible», añadió rodeado de reporteros.

Dando por inútil el cambio que supone el ascenso del PJD, las manifestaciones siguen sucediéndose en distintas ciudades de Marruecos para reclamar más cambios. Marchas en las que se caricaturiza al poder abiertamente, como ocurrió ayer en Rabat. Un militar, que representa al Ejército , y un hombre vestido con chilaba, que representa la autoridad, chupan de las ubres de una vaca, que es Marruecos. Al pie del dibujo se lee: «El pueblo quiere acabar con los abusos».

La colocación del gran cartel que recoge esta caricatura sirvió de punto de partida de la manifestación del Movimiento 20 de Febrero, que considera una «farsa» las elecciones y la Constitución recién reformada. Actos similares se organizaron en otras ciudades del país.

Hippis y salafistas

Pero en la marcha apenas había 1.500 personas. El 20-F es una macedonia de tendencias unidas con el único objetivo de exigir reformas. En la manifestación van jóvenes melenudos con aspecto hippy, barbudos que no comulgan con los islamistas moderados que trabajan con el Rey y hasta salafistas, una corriente rigorista del islam.

Cubierta de pies a cabeza toda de negro y con un Corán en la mano Faiza, una mujer cuyo marido está en la cárcel acusado de terrorismo, afirma que desconfía de las autoridades, incluso de los islamistas que acaban de vencer en las urnas. «El Majzén es peligroso», dice refiriéndose al círculo de poder próximo al Soberano esta joven de 21 años, que sólo deja entrever sus ojos.

«Ni siquiera el PJD (los islamistas moderados) tienen margen de maniobra para desarrollar un programa, pues es el Rey el que detenta todo el poder», afirma Zakaría Benani, un profesor de universidad de Tánger de 40 años y miembro de la asociación islamista Justicia y Caridad, tolerada pero ilegal.

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