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18 MESES DE PRISIÓN

Dos hombres serán juzgados por un delito contra la seguridad laboral

M. MARTINEZ

ALBACETE

Dos empresarios, F.S.G., gerente de una empresa de transportes, y F.G.E., representante legal de una mercantil con sede en Caudete, serán juzgados hoy en el Penal nº 1 de la capital acusados por el Ministerio Público de sendos delitos contra la seguridad en el trabajo y por los que les solicita la pena de prisión para cada uno de 18 meses.

En el escrito de acusación se subraya que el 11 de septiembre de 2003, el conductor de la empresa de transportes, J.F.M.T., realizó un porte de vidrio de cristales a Caudete. Una vez en la sede de la empresa caudetana, el jefe de producción de la misma, A.G.E., procedió a descargar los cristales por un procedimiento «incontrolado» y «carente de visibilidad». De este método era conocedor el acusado, F.S.G., gerente de la empresa de transportes, quien, a pesar de ello, «no evaluó los riesgos que podía conllevar ni formó al trabajador», y también el representante de la empresa de Caudete.

Así las cosas, sobre las 10:30, cuando procedían a la descarga de uno de los laterales del camión, el conductor, J.F.M.T., se sintió indispuesto. Se bajó del camión y se sentó en el suelo apoyándose en el vehículo. La carga «se desestabilizó» y las láminas de cristal cayeron sobre él produciéndole lesiones leves, «en ningún caso susceptibles de causar la muerte». Ésta se debió a una parada cardiorrespiratoria derivada de un infarto. «No se ha podido acreditar la relación de causalidad entre el accidente y la muerte sufrida», puntualiza el fiscal.

Robo a un taxista

También hoy será juzgado un hombre, J.A.G.F, acusado por el Ministerio Público de un delito de robo con intimidación y una falta de malos tratos de obra cometidos a un taxista y por los que se enfrenta a cinco años de prisión.

El acusado pidió al taxista el 20 de noviembre de 2006 que le llevara desde Hellín a Cancarix. Durante el trayecto, le pidió que le entregara el dinero que portaba, amenazándole con una navaja y pistola «que decía llevar» y abalanzándose sobre él lo que le permitió cogerle 35 euros que llevaba en el bolsillo. Al llegar a Cancarix, el acusado salió del coche, no sin antes intentar pegarle, lo que no consiguió porque la víctima le empujó.

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