«Yo doy caña y tú convences a tus vecinos de que me voten»
Rubalcaba participa en seis actos electorales en un día, incluidos tres «minimítines» en carretera
LAURA L. CARO
Es cuestionable que un nanomitin ante cien personas en un concejo de Galicia sirva para acortar distancias cuando los marcadores dicen que el de delante aventaja kilómetros y pisa la meta. Pero habrá que intentarlo. Alfredo Pérez Rubalcaba emprendió ayer la verdadera carrera electoral, una ... contrarreloj de pequeños mítines improvisados en su ruta entre otros actos mayores también multiplicados mañana y tarde, pensados para mirar a los simpatizantes a la cara y pedirles que vayan a convencer a sus vecinos de que voten PSOE. Quedan cinco días (hoy cuatro) y el mensaje es que «se puede hablar con mucha gente, que nos echéis una mano». La estrategia boca-oreja de la recta final es del propio candidato y demuestra desesperación. Pero también que el esprinter no se rinde.
Rubalcaba estrenó la jornada del lunes, posterior a la de las encuestas que le pronostican un K.O., en Madrid. A primera hora se reunió con el secretario general de la UGT, Cándido Méndez y planteó una propuesta para obligar a las Comunidades a destinar a gasto social 4.500 millones de euros más, o lo que es lo mismo, el 80 por ciento de lo que reciben del Estado, en vez del 75 por ciento actual. Después, volando a Galicia —donde el PP roza 15 diputados y el PSOE 7-8, tres menos que en 2008—, y lleno a mediodía en La Coruña con más de 800 personas dentro del recinto, según el partido, y otras 300 fuera, a las que el candidato también ofreció un discurso en la calle.
En tierra de Betanzos —14.000 habitantes y Ayuntamiento socialista—, Rubalcaba estrenó la versión exprés de su mitin dentro de un mesón de piedra y paredes sepia de la Rúa do Rollo. Duró 13 minutos. Subido a una tarima roja, micrófono en mano, no había espacio material entre él y el público, y su discurso tuvo algo de confesión, algo de desamparo y algo de marketing de congresista americano. Allí les dijo que estos comicios son «más importantes que los del 1977, que los de 1979... como los del 82», y lo hizo con la esperanza de
que se parezcan a los de 1996. Cuando los sondeos detectaron una brecha a favor del PP, que en las urnas se quedó en solo 1,2 puntos. Les faltó «un telediario», repite Felipe González. Ahora el PSOE asegura que tiene estudios que le dan solo 8,9 puntos de diferencia con el adversario.
«¡Dale caña, fuerte!», gritó una señora de Betanzos a Rubalcaba, que respondió «yo me ocupo de la caña y tú de convencer a unos cuantos vecinos de que me voten». Después se fue a Oroso (unos 7.000), y de ahí a Rianxo (12.000), de camino a Vigo. En la ciudad olívica reunió a 4.500 simpatizantes y al ministro de Fomento, José Blanco, que le escuchó desde primera fila.
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