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Álex Vidal: «Sin las ayudas, no podemos hacer una pasarela creíble»

El diseñador valeciano defiende el potencial de la VFW y advierte de que perder las subvenciones invisibilizará a los creadores

marta moreira

Moda, negocio, ocio y turismo. Son las tres bazas que esgrime Álex Vidal para defender la supervivencia de la Valencia FashionWeek (VFW). El diseñador valenciano y director de esta pasarela asiste con tristeza, rabia y enfado a la posibilidad de la Generalitat retire a partir de 2012 la línea presupuestaria de 900.000 euros con los que el IMPIVA venía apoyando este proyecto. Para Vidal, esta medida «dejará sin escaparate a los diseñadores valencianos», puesto que la inmensa mayoría de ellos no tienen cabida en ninguna otra de las pasarelas españolas.

Cuestiones políticas aparte, en el fondo de esta cuestión subyace el desentendimiento entre las dos asociaciones que agrupan a los diseñadores valencianos: Semana de la Moda de Valencia (presidida por Vidal, y que con 58 creadores inscritos es la mayoritaria) y Dimova, presidida por Dolores Cortés y reforzada con la presencia de firmas como Francis Montesinos o Hannibal Laguna.

Vidal no duda de que tras la modificación presupuestaria han existido presiones directas o indirectas por parte de este colectivo, que ha sugerido en varias ocasiones que la VFW debería estar dirigida por un responsable independiente. «No sé cómo pueden decir esto cuando Montesinos dirigió siete años la Pasarela del Carmen, y cuando Cortés dejó de desfilar con nosotros porque un día se enfadó conmigo. Los temas personales no se deben anteponer a los intereses del sector».

«Yo no me voy a meter en quién es mejor y quién peor», dice; «pero no tiene sentido que me quieran cortar la cabeza a mí para ponerse ellos a dirigir ¿Por qué lo quieren destruir todo cuando ellos sí pueden desfilar en Madrid y nosotros no?», se pregunta.

Dejando atrás su pasado como Pasarela del Carmen, la VFW nació hace cinco años con un concepto más sofisticado y la promesa de erigirse en una lanzadera de la moda valenciana y del entramado microempresarial que la sostiene. En base a su potencial económico, el IMPIVA consignó al proyecto una subvención anual de 1,2 millones de euros, cantidad rebajada durante los últimos tres años hasta situarse en los 900.000 eurosde 2010.

«Nos comprometimos a que en cinco años seríamos autosuficientes, pero no contábamos con que sobrevendría esta crisis. A pesar de ello, hemos logrado obtener un 60% de financiación privada, y si nos aprietan podremos llegar al 70%, pero que no nos quiten todas las ayudas, porque será nuestra muerte», insiste Álex Vidal, para quien no es viable la solución salomónica del Consell de emitir una subvención global de 450.000 euros para todo el sector. «La moda abarca campos muy amplios, pero nosotros somos diseño puro y no tenemos nada que ver con la industria del zapato, por ejemplo».

Con o sin subvenciones, el Ágora acogerá del 25 al 28 de enero las colecciones de Otoño-Inverno 2012-2013. «Estamos dispuestos a llevar adelante esta temporada, aunque no sé si podremos llegar a la siguiente. Mantendremos los mismos días de desfiles y la misma estructura exterior, pero otros aspectos, como el casting de modelos, tendrá que bajar muchísimo y perderemos proyección exterior».

En otras palabras, «Sin la ayuda pública, en estos momentos no podemos hacer una pasarela profesional y creíble».

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