La iglesia anglicana renuncia a la expulsión por la fuerza de los «indignados»
La catedral de San Pablo ha suspendido las acciones legales contra el campamento, según el obispo de Londres
borja bergareche
La Iglesia de Inglaterra ha decidido renunciar a las acciones legales que había iniciado contra el campamento de «indignados» que rodea la Catedral de San Pablo desde hace dos semanas, según ha anunciado el obispo anglicano de Londres en un comunicado. ... Los responsables de la catedral se separan así de un posible desalojo por la fuerza de la acampada «ocupa», un escenario al que siempre se habían opuesto. Y se desvinculan, además, del procedimiento legal de expulsión que habían iniciado junto a las autoridades locales de la City, el distrito donde se ubica el templo.
La jerarquía anglicana parece haber optado, tras esta decisión, por situarse a medio camino entre los mercados financieros, defendidos por los gobiernos local y central, y las críticas a la banca que enarbola el movimiento de «indignados» y de «ocupación» de la Bolsa de Londres .
La dimisión ayer del deán de San Pablo , reverendo Graeme Knowles , por su incomodidad ante la explosiva situación en la que se encuentra la iglesia, parece haber inclinado la postura oficial anglicana hacia la comprensión y el «diálogo» con los manifestantes. El cierre durante una semana del templo –genera más de 25.000 euros de ingresos cada día , con una entrada a 16 euros- generó fuertes críticas hacia los responsables de la catedral, que actúan con autonomía con respecto al obispado de Londres. La posibilidad de que la iglesia rubricara una expulsión violenta de quienes condenan los excesos de los mercados financieros generaba un incómodo dilema para una confesión que se arriesgaba a un fuerte descrédito ético, político y teológico.
«Diálogo directo y constructivo»
«Pretendemos entablar un diálogo directo y constructivo tanto con los manifestantes como con las cuestiones éticas y morales que quieren abordar, sin que la amenaza de una expulsión forzosa planee sobre el campamento y la iglesia», dice el comunicado de San Pablo. En palabras del obispo, Richard Chartres , «la decisión de hoy significa que las puertas están abiertas enfáticamente a abordar asuntos que conciernen no solo a los acampados alrededor de la catedral sino a millones de personas en este país y en el mundo».
«La necesidad de reconectar lo financiero con lo ético es precisamente la causa en la que coinciden los manifestantes y los responsables de San Pablo, incluso cuando no están de acuerdo», escribía hoy Andrew Brown, experto en religión de «The Guardian» .
La ministra de Interior, Theresa May , por su parte, ha reiterado que «la policía, la Iglesia y la Corporación de Londres [City] necesitan trabajar juntos para despejar las protestas lo antes posible», ha declarado.
Circo mediático
Mientras, el ambiente en la acampada seguía siendo este mediodía una mezcla de circo mediático, protesta antisistema y escaparate de personajes. Algo más de 200 tiendas flanquean la catedral, aunque ya no obstruyen el acceso a las escalinatas del templo. Entre sus moradores se mezclan estudiantes, parados, militantes de Anonymous , veteranos de la lucha anticapitalista, punkis y otras «tribus» menos ideologizadas: los inevitables borrachos callejeros, y varios charlatanes religiosos predicando a turistas, viandantes y periodistas, las tres «especies» mayoritarias las horas diurnas.
Los acampados han recibido hoy la orden de retirar las tiendas en 48 horas. En caso de desobedecerla, como parece previsible, los abogados de la City pedirán a los tribunales su expulsión, un procedimiento legal que podría durar todavía meses .
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