Rubio, la dudosa esperanza hispana de los republicanos

La carrera política de Marco Rubio está en un brete. A pesar de ser uno de los políticos conservadores más prometedores de EE.UU., varias polémicas relacionadas con su familia han conseguido desestabilizar al senador de origen cubano. Con todo, el partido republicano aún parece contar con él para las elecciones de 2012 como vicepresidente ideal.

El ascenso de este abogado de 41 años ha sido meteórico. Cuando aún no había cumplido los treinta, fue elegido miembro de la Cámara de Representantes de Florida, de la que se convertiría en portavoz —el primero de origen cubano— en 2006. Rubio ocupó ese cargo hasta que en 2010 obtuvo una plaza en el Senado. Al mismo tiempo, ha ido afianzando su posición en el Partido Republicano y granjeándose el apoyo del Tea Party.

La ascensión de Rubio ha hecho que muchos comiencen a investigar su pasado y el de su familia en busca de puntos donde flaquee su brillante currículum. Y ya hay más de uno que ha encontrado material para más de una polémica. La primera llegó desde Univisión, la mayor cadena de habla hispana, que publicó unos documentos sobre la detención en 1987 de un cuñado del senador por un asunto de drogas. El rifirrafe con la poderosa cadena levantó las iras del partido, donde varios de sus candidatos en las primarias se alinearan con Rubio y boicotearon un debate que la cadena había previsto organizar.

Pero el último y mayor revuelo lo ha creado el «Washington Post» con un reportaje de investigación que ha conseguido asestar un duro golpe a la credibilidad de Rubio. Desde los inicios de su carrera, el joven republicano siempre había hablado de sus padres como exiliados del castrismo, lo que le granjeó especial popularidad en la comunidad cubana. Pero los documentos oficiales de la llegada de los Rubio a Florida y de la gestión de su nacionalidad datan de 1956. Rubio ha tratado de salir del paso explicando que él conoce el pasado de su familia por las historias que sus padres le han contado, no por los documentos oficiales; y que efectivamente ha sido criado entre exiliados porque sus padres tenían la intención de regresar a Cuba en algún momento de sus vidas, pero nunca pudieron hacerlo por el régimen castrista.