«Dudo que guste a los hombres»
m. lluis
María Dolores de Cospedal acaba de cumplir cien días de Gobierno, de los cuales estima que habrán sido libres no más de siete. «¡Sí, una semana, pero pegada al móvil todo el rato!», objeta su jefe de prensa, obligado a seguir el frenético ritmo de ... la presidenta de Castilla-La Mancha. En 46 años que cumplirá en diciembre, le ha dado tiempo a licenciarse en Derecho, ejercer como abogada del Estado, formar parte de los gabinetes de Aznar y de Esperanza Aguirre, en Madrid, y convertirse en la primera secretaria general del Partido Popular para sorprensa de muchos y envidia de no pocos. Y ahora, se propone sanear en dos años su comunidad, empujar a Mariano Rajoy a La Moncloa en apenas un mes, y ejercer de esposa y de madre a tiempo completo. «¿Qué hora es?», pregunta nada más terminar la entrevista. Respira aliviada: «todavía» son las ocho y pico de la tarde.
—¿Es tan ahorradora al hacer la compra como parece en la presidencia?
—Sí, procuro serlo, sobre todo cuando no es mi dinero. El de Castilla-La Mancha es de todos. En mi casa soy ahorradora también, no despilfarro el dinero porque tampoco es que me sobre.
—¿Y tiene tanto carácter en casa como cuando ataca al PSOE?
—Sí, bastante. Soy bastante parecida a como aparezco, aunque seguramente mucho más sensible. Cuando tienes un puesto de responsabilidad, te queda muy poco tiempo para la parte afectiva.
—¿Qué gana uno siendo presidente de Castilla-La Mancha?
—Gana la posibilidad de poner en práctica aquello en lo que una cree y el ofrecer mayores oportunidades a la gente y, sobre todo, a los jóvenes. Esas eran mis motivaciones fundamentales.
—¿Duerme bien o le rondan los problemas?
—Duemo bien, pero demasiadas pocas horas. Me faltan horas al día.
—Despierta admiración entre los señores de mediana edad...
—No lo creo… No me incomoda, pero lo dudo mucho… Estas cosas las agradezco mucho, la verdad, pero tampoco hay que darles más trascendencia.
—¿Le gusta ir de compras?
—Ufff. Me gustaba pero no tengo tiempo. Voy corriendo a las tiendas en las que me puedo llevar la ropa a casa, dos o tres prendas, me las pruebo y decido si las devuelvo o no. Así compro.
—¿Su hijo va a un colegio público?
—No.
—¿Él sabe que su madre es importante y sale en la tele?
—Sabe que su madre sale en la tele, pero le he acostumbrado a que considere que es una cosa normal que carece de importancia y que tiene que ver con mi trabajo. Es lo que quiero que aprenda, y creo que lo tiene muy asumido.
—De los cien días que lleva, ¿cuántos habrán sido libres?
—Enteros, una semana más o menos.
—¿Compensa tanto sacrificio?
—Espero que no sea siempre así, ja,ja.
—¿Cómo se lleva, por ejemplo, con Soraya Sáenz de Santamaría?
—Siempre nos hemos llevado muy bien. Nos conocemos desde hace muchísimos años, y muy bien. Ha sido una magnífica portavoz, lo sigue siendo, magnífica. Hemos tenido mucha suerte en ese sentido.
—¿Nunca temió que el ser madre soltera pudiera perjudicar su carrera en un partido conservador?
—Mire, no me dio miedo pero también le tengo que decir que nunca lo pensé. No me puse a pensar si hago esto me pasará aquello.
—¿Era una prioridad ser madre?
—Absolutamente.
—¿Y si un día fuera la primera presidenta del Gobierno de España?
—No creo que se dé.
—¿Por qué?
—En lo que pienso todos los días es en que la persona que quiero que tenga la presidencia es un hombre y se llama Mariano Rajoy, y espero que esté por muchos años. Yo tengo mucho que hacer en Castilla-La Mancha.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete