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Cerco al Ayuntamiento de Parla

Decenas de trabajadores intentan entrar a la fuerza en el Consistorio socialista. La Policía lo evita en un clima de alta tensión por los despidos

Cerco al Ayuntamiento de Parla A. PAREJO

MARÍA ISABEL SERRANO

Parla era ayer un polvorín. El ambiente está al rojo vivo tras el anuncio de 107 despidos de empleados municipales. El alcalde, el socialista José María Fraile, está en el punto de mira. Su decisión, adoptada el jueves en junta de Gobierno con la oposición de IU y de la edil socialista responsable de Empleo, ha provocado reacciones en cadena.

La primera es, como informamos ayer, hacer añicos el pacto de gobierno PSOE-IU. Los despidos, además, dan motivos a los trabajadores para mantener la acampada de protesta que han instalado en la plaza de la Constitución, frente al Consistorio, y a anunciar más movilizaciones. Están dispuestos, incluso, a llamar a la huelga. Los sindicatos han anunciado que pedirán judicialmente la paralización de los despidos. Ayer se estaba dando curso a los 55 primeros.

La tensión es tan alta que ayer hubo forcejeos, empellones y gritos cuando agentes de Policía —nacional y local— impidieron a un grupo de empleados acceder al Ayuntamiento, donde el alcalde acababa de explicar su postura a la prensa.

Como destapó ABC, las arcas municipales de Parla están en quiebra y hasta el «Financial Times» se ha hecho eco de su situación económica. Ello no ha sido obstáculo para que Fraile haya mantenido sueldos de escándalo y tenga en nómina a una veintena de amigos suyos y del líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, anterior alcalde parleño.

«Esto es un desastre. Una locura y una insensatez de José María Fraile. Esperamos que eche marcha atrás porque todos sabemos que hay otras alternativas a los despidos masivos», ha manifestado a este periódico José Luis Cruz, de UGT, presidente del Comité de empresa municipal.

Según sus cálculos, hay 66 despidos por «amortización» de puesto de trabajo a los que se suman más de 40 «bajas» por jubilaciones o finalización de contrato. «Hay —dice Cruz— otras alternativas. Se puede ahorrar de otras partidas. Por ejemplo, reducir los sueldos de los concejales. Hay veinte liberados. A lo mejor, con la mitad, es suficiente. Y que reduzca los cargos de confianza. Fraile tiene 27».

No se descarta que entre los despedidos, caiga alguno de los que los sindicatos consideran «enchufados». Sin embargo, fuentes del PP consideran que lo más «incoherente» con una política de izquierdas es que el mayor número de expulsiones se produzca en el ámbito de los servicios sociales municipales.

El propio Fraile dijo ayer, poco antes de los altercados y de que él creyera que se estaba preparando un «asalto» a la Alcaldía a través de Twitter, que «es una amortización de plazas tras agotar todas las vías de negociación», algo que niegan los sindicatos. El alcalde achaca los despidos a la modernización de la administración pública. «Antes —dice—, había cinco o seis personas haciendo fotocopias. Ahora, las nuevas tecnologías han propiciado que muchos puestos de trabajo ya no sean operativos».

Tomás Gómez evitó comentar ayer el asunto de los despidos en Parla pero acusó al PP de «desprestigiar» a este municipio y «descalificar» la gestión de su alcalde. Gómez, sin embargo, quiso transmitir a Fraile «todo su apoyo personal y político».

El panorama se presenta sombrío para los socialistas en Parla. La ruptura del pacto de gobierno entre PSOE e IU puede dejar a Fraile y a su grupo de concejales en una peligrosa minoría. En la junta de Gobierno del jueves, donde se dio luz verde a esta especie de ERE, se opusieron los ediles de IU, lo que dinamitó el citado pacto de gobierno. Los sindicatos advierten que un despido «masivo» se debe acordar en pleno, y no en junta.

Moción de censura

También dijo «no» a los despidos Beatriz Arcederillo, concejal socialista responsable del Área de Empleo y Formación. A última hora de ayer, Arcederillo no había recibido ningún escarmiento y seguía en su puesto, pero se rumoreaba que iba a ser apartada de la junta de Gobierno y de las tareas que ahora tiene encomendadas para pasar a edil rasa.

La corporación de Parla está formada por 11 concejales del PSOE (incluido el alcalde), 11 del PP, 4 de IU y 1 de UPyD. Si el pacto PSOE-IU no se reconduce, a los socialistas se les pone muy dificil gobernar. De momento, es poco probable que IU apoyara una moción de censura contra el alcalde.

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