«Cantares de Tetuán» recupera la voz sefardí en Marruecos
Joaquín Díaz y el Cuarteto de Urueña graban trece canciones de hace cinco siglos
La reconstrucción del legado musical de transmisión oral a partir de partituras y estudios musicológicos y sin testimonios grabados o intérpretes coetáneos es una tarea de riesgo para folcloristas y etnólogos musicales, pero también muy agradecido al permitirles desarrollar su veta creativa, aunque pivote sobre directrices académicas, la cultura popular o el bagaje acumulado en años de estudio y ejercicio de campo. En este marco se encuadra «Cantares de Tetuán. Cancionero sefardí del norte de Marruecos», de Joaquín Díaz y el Cuarteto de Urueña, encabezado por Luis Delgado, y presentado ayer en Valladolid.
La trece piezas de la nueva grabación proceden del cancionero reunido por Arcadio de Larrea durante su estancia en Marruecos entre 1952 y 1954, periodo en el que recopiló gran parte del legado musical de los sefardíes que se asentaron en el norte de África tras su expulsión de España en 1942 por parte de los Reyes Católicos, y que hasta ahora se mantenía como mera reliquia documental.
«Bonitas al oído»
La selección del repertorio para la grabación supuso un trabajo de precisión, guiado por la intención de reunir aquellas canciones «más bonitas al oído», apuntó Luis Delgado. Para lograr ese objetivo, Joaquín Díaz y el Cuarteto de Urueña —Luis Delgado, César Carazo, Jaime Muñoz y Bill Cooley— combinaron el rigor histórico y la faceta creativa para recrear un sonido y una interpretación lo más próxima a los sones de hace quinientos años, pues no en vano es la primera grabación que se realiza de parte de este cancionero.
Como explicaron Díaz y Delgado, los sefardíes adaptaban su cantares a las formas musicales de donde se asentaban, en este caso marroquí, pero mantenían la base judía junto a las historias cantadas de su legado cultural e histórico, en este caso vinculado a la historia de España. No en vano, estos «compatriotas» exiliados siguieron y siguen viviendo su españolidad en el más amplio sentido en el ámbito íntimo de la familia a través de las canciones, lengua o comida. De hecho, en este disco se recogen sucesos y aconteceres relacionados con personajes como el Cid, los reyes medievales de Castilla o localidades como Burgos y la zamorana de Toro.
El armazón musical de «Cantares de Tetuán» parte de la interpretación de los temas en la variante del ladino de Marruecos, denominada haquetía, en las voces de Joaquín Díaz y César Carrazo, junto a instrumentación de delicada y depurada ejecución que confieren a la grabación el velo del tiempo y la sonoridad del presente.
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