Israel y Hamás acuerdan canjear al soldado Shalit por mil reos palestinos
El intercambio, cerrado en negociaciones secretas en Egipto, se materializará en breve. Entre los palestinos liberados se espera que esté Maruan Barguti, líder la pasada Intifada
Israel y Hamás firmaron este martes un acuerdo para canjear en dos tandas a centenares de presos palestinos a cambio del soldado israelí Gilad Shalit, cautivo en algún lugar de Gaza desde el verano de 2006 . Pese a los frustrados intentos anteriores de llegar a un entendimiento, anoche se reunió el Gobierno israelí con carácter de urgencia para aprobar el intercambio negociado en secreto durante los últimos días en Egipto.
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El primer ministro israelí, tras informar a la familia del militar retenido durante los últimos cinco años, confirmó anoche que el acuerdo «ha sido finalmente cerrado este lunes y ambas partes lo han firmado». Según Benjamin Netanyahu, «si todo va conforme a lo planeado, Gilad retornará a Israel durante los próximos días». El político conservador ha presentado este canje como el cumplimiento de una promesa: «Hace dos años y medio, cuando forme mi gobierno, me marqué como mi tarea más importante devolver a Gilad a su pueblo y a su familia».
El intercambio pactado incluye la puesta en libertad del militar israelí, que también tiene la ciudadanía francesa, a cambio de un millar de presos palestinos de distintos grupos armados. Algunos de ellos estarían implicados en los más sangrientos atentados terroristas sufridos recientemente por Israel. Entre estos se espera que sea puesto en libertad Maruan Barguti, el que fuera líder de la última Intifada. Según los términos pactados, los mil presos palestinos serán puestos en libertad en dos fases. Las autoridades de Israel, en primer lugar, excarcelarán a 450 palestinos coincidiendo con la entrega del soldado Shalit. Mientras que los restantes 550 serán liberados después.
El sargento Gilad Schalit, de 25 años, fue capturado durante una incursión de grupos palestinos en territorio de Israel perpetrada por medio de un túnel en junio de 2006. Desde entonces muy poco se ha sabido sobre la suerte del militar retenido. Aunque hace dos años, para conseguir un vídeo que demostrase que Shalit todavía estaba vivo, el Gobierno israelí llegó a liberar a una veintena de presas palestinas.
Cautiverio colectivo
La vuelta del soldado Shalit a casa será el fin de todo un cautiverio colectivo. Los israelíes, un pueblo que distingue y honra a sus soldados, han vivido y recordado a diario a Shalit durante estos cinco años y medio ya sea en manifestaciones, actos simbólicos, la instalación de una caseta solidaria que contaba los días de cautiverio junto a la oficina del primer ministro, o visitas de amigos y la Prensa local a la casa del soldado en los Altos del Golán.
Israel, que comienza una semana de fiesta tras celebrar el Yom Kippur, vivirá la noticia con júbilo sumándola a su calendario de fiestas religiosas. Sin embargo, hay mucho en juego en este acuerdo y la sociedad israelí no dejará, como no lo ha hecho en ocasiones anteriores, de exigir a Netanyahu transparencia en una cuestión para la que podría haberse visto obligado a cruzar algunas de las «líneas rojas» establecidas por la sociedad , referidas en su mayoría a la liberación de milicianos palestinos que han perpetrado algunos de los peores atentados terroristas contra Israel. El Consejo de Ministros de Israel aprobó por la noche por amplia mayoría el canje. En la votación 26 ministros lo hicieron a favor y 3 en contra.
La liberación de Shalit, que en 2006 provocó el bloqueo de Gaza por parte de Israel, podría tener consecuencias humanitarias que podrían mejorar las duras condiciones de vida en la Franja. Israel tendría ahora razones para levantar el embargo actual, que impide la entrada y salida del millón y medio de palestinos que viven en la Franja, así como de una larga lista de productos básicos de alimentación, sanitarios o de construcción.
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