Paulino Rivero: «Pactaremos con quien gane el 20-N»

—El día que Zapatero anunció que las elecciones serían el 20-N, usted afirmó que Canarias sería decisiva en los comicios. ¿En qué sentido?

—Canarias no va a decidir qué partido articulará el próximo Gobierno, somos apenas el 4 por ciento de la población. Pero sí le adelanto que CC tendrá la mejor disposición para llegar a acuerdos de Estado con el partido al que los españoles otorguen la confianza. Sea uno u otro. Y sería una mala política del Estado, un error estratégico y político de calado, no querer entenderse con Canarias.

—¿Tanto monta, monta tanto, Rubalcaba como Rajoy?

—Es lo que hemos hecho a lo largo de la historia. Igual que CiU o PNV. A veces nos rasgamos las vestiduras y no queremos ver la realidad, pero las fuerzas políticas nacionalistas hemos llegado a acuerdos independientemente del partido que ha gobernado en España; hemos tenido una posición muy responsable de dar el equilibrio necesario. Por eso me parece un error no haber contado con ellas en la reforma constitucional (del techo de gasto).

—¿La ideología no pesa? ¿Da igual la derecha que la izquierda?

—Bueno, el PP es un partido domesticable. En su día, negaba la existencia de la Policía canaria. Luego, estando con el Gobierno de CC (2007-2010), fue el más entusiasta en crearla. Ahora tenemos otro ejemplo en Extremadura con el impuesto de patrimonio. El PP lo defiende allí por razones de poder. Si de algo carece el PP es de coherencia. Por lo tanto, los demás estamos legitimados para llegar a acuerdos con otras fuerzas con cierta normalidad.

—Entonces, podría darse el caso de que, a partir de diciembre, gobiernen en Canarias con el PSOE mientras en Madrid apoyan al PP...

—Es perfectamente compatible. En la anterior legislatura, gobernamos en Canarias con el PP y el PSOE estaba en Madrid. Ahora tenemos un acuerdo de estabilidad con el PSOE en Canarias y estamos muy satisfechos. Y en el ámbito del Estado, insisto, si se dan las circunstancias, llegaremos a acuerdos con aquellos a quienes los españoles den la mayoría.

—¿Le parece responsable haber estado apoyando, y por lo tanto prorrogando, un Gobierno de Zapatero al que tanto dentro como fuera de España se le urgía a disolverse?

—Ha habido dos momentos en esta legislatura. Uno, en que el presidente claramente se equivoca al no reconocer la crisis porque teníamos elecciones en marzo de 2008. Zapatero ganó dos años pero España los perdió.

—¿Y el segundo momento?

—A partir de mayo de 2010, es verdad que por la imposición de Bruselas, el presidente toma medidas en contra de sus convicciones y en aras del interés del país. Eso no se le puede discutir. Por eso no fue irresponsable apoyar a Zapatero para intentar reflotar la economía española. Todo lo contrario. Había que estar ahí y hemos estado los partidos responsables, y no ha estado el partido que no ha priorizado los intereses de Estado sino el llegar cuanto antes a La Moncloa, que ha sido el PP. Si algo he echado en falta en esta recta final son grandes acuerdos que habrían hecho mucho más viable la salida de la crisis.

—En su opinión, pues, no habría hecho falta adelantar las elecciones. Si se están tomando medidas adecuadas...

—Siempre dije que, si Zapatero se comprometía a impulsar con energía y máximo interés las grandes reformas que necesitaba el país, era preferible que las hiciera el Gobierno saliente. Ahora, si no asumía esa responsabilidad, las elecciones tenían que haberse anticipado antes. Pero la realidad es que se han ido adoptando decisiones muy importantes y se ha convocado a las urnas en un tiempo razonable.

—¿Ya están en marcha todas las medidas anticrisis?

—Ya está agotada la capacidad del actual Gobierno para seguir impulsando medidas, sobre todo para seguir generando confianza en la economía española. Hace falta un revulsivo, y éste viene de la participación de los ciudadanos en un proceso electoral, independientemente del color del próximo Gobierno.

—Si estaba agotado, ¿se quitaron un peso de encima el día que supieron que Zapatero arrojaba la toalla?

—Bueno, en política tienes que asumir responsabilidades. Contribuíamos a la política de Estado en aquello que nos parecía razonable. Y por otra parte, intentábamos llegar a acuerdos para que, como consecuencia de nuestro compromiso con el Estado, hubiera otro con Canarias que nos ayudara a salir de la crisis. No hay que olvidar que, para un canario, mucho más importante que el PSOE y el PP, mucho mas importante que Zapatero y Rajoy, es Canarias.

—Josu Erkoreka reconoció que el PNV nunca había conseguido tanto a cambio sólo de abstenerse en la votación del decreto de negociación colectiva. ¿Zapatero ha sido igual de generoso con Canarias?

—Exactamente igual que el PP. La etapa más generosa con la periferia fue la de Aznar. Tanto con CiU como con CC. Pero no es fruto de la generosidad sino de la necesidad de votos. Los votos son los que hacen generosos a los Gobiernos del Estado y que entiendan determinadas cosas.

—¿El peor escenario para ustedes sería una mayoría absoluta del PP?

—En España nunca ha sido buena la mayoría absoluta. En un Estado plural es importante el consenso. Pero más que el que haya o no mayoría absoluta, lo decisivo para Canarias es que tenga en Madrid un grupo propio de diputados y senadores de obediencia canaria nacionalista. Si la pregunta es si prefiero que al PP le falten dos diputados o que nosotros tengamos siete con mayoría absoluta de Rajoy, me quedo con este grupo parlamentario fuerte para defender los intereses de Canarias.

—Pero acaba de afirmar que tanto el PP como el PSOE sólo entienden en función de los votos que necesitan... —Los canarios no nos vamos a dejar pisotear por un Gobierno de España, sea del PSOE o del PP, con mayoría absoluta. Canarias está donde está, geográficamente en África, con una población con cultura y vocación europeas, con voluntad de seguir perteneciendo a España, y eso tienen que leerlo bien las autoridades españolas. Como se equivoquen en la lectura de Estado de lo que es Canarias e intenten pisotearla con gobiernos de mayoría absoluta, cometerán un gravísimo error.

—¿Qué consecuencias podría tener ese «gravísimo error»?

—Creo que cometerían un gravísimo error. No quiero decir más.

—Parece que le gusta más Rubalcaba que Rajoy.

—He tenido una magnífica relación personal con los dos. Incluso la de Rajoy data de más tiempo, de 1996, mi primera legislatura en el Parlamento español. Llevamos las negociaciones entre CC y el PP. Conservo muy buena relación con una persona muy agradable. Es muy grato charlar con Mariano Rajoy. Y a Rubalcaba lo conocí posteriormente, pero mantengo también muy buena relación personal. Es muy buen conversador, independientemente de su labor política. Tanto con Rajoy como con Rubalcaba, mi afinidad no viene de su posicionamiento político, sino de cómo son desde el punto de vista humano.

—¿Pero quién cree que será mejor presidente?

—Los dos lo harían bien. Rajoy tiene una dilatada experiencia, ha estado en distintos ministerios, conoce el Gobierno. Tiene una madurez importante. Y Rubalcaba, también. Lo ha sido todo en los gobiernos. Solvencia, capacidad y experiencia no le falta a ninguno. Ambos tienen todo el potencial para ser buenos presidentes.

—Usted ha dicho que a Rajoy le falta el afecto de su partido.

—Aznar fue un buen presidente, especialmente en la primera parte, antes de que la soberbia lo invadiera, pero era un hombre de trato difícil. Rajoy es todo lo contrario. Es de trato fácil, con mucho talante y muy conciliador, pero se le acusa de falta de liderazgo. Los liderazgos se ganan en el tiempo. Hay que esperar.

—¿Y a Rubalcaba lo quiere más su partido? Bastantes primeros espadas ya se han bajado del barco.

—Los partidos son muy complicados. Todos. Cuando hay dudas, se revuelve el trastero, mientras que cuando uno gana todo el mundo está de acuerdo. ¿De qué dependerá que ganen la confianza de los suyos al cien por cien? Lamentablemente, de su resultado en las elecciones. Si Rajoy gana, será para todos un líder carismático, lo que no había sido nunca.

—¿Entiende el nacionalismo catalán o vasco?

—Si hay un territorio que necesita fuerza política propia para defender sus singularidades, es Canarias. Nuestros asuntos no generan antipatía porque Canarias nunca pide para perjudicar a otros territorios, no es insolidaria, no quiere un trato preferente, sólo medidas que nos permitan estar en las mismas condiciones que el continente. Y hemos demostrado ser leales, responsables y comprometidos con el Estado, independientemente de quién gobierna. Ese es el nacionalismo canario. Otros juegan sus bazas, pero yo no soy quién para juzgarlas.

—¿Se sienten amparados ante los seismos de El Hierro?

—Todas las administraciones están actuando de manera coordinada y en sintonía con los protocolos.

—¿Usted está tranquilo?

—No hay motivo para la alarma. Canarias es un territorio volcánicamente activo, se han producido erupciones en el pasado y se seguirán produciendo en el futuro. Ahora bien, siendo una circunstancia que no se da todos los días, la situación es de normalidad y tranquilidad. Están activados todos los mecanismos de prevención, de información al ciudadano y de actuación, si fuera necesario. Se está llevando con calma y el mejor ejemplo es la tranquilidad de los propios herreños.

—¿Existe riesgo real de erupción?

—A fecha de hoy (martes) la probabilidad es baja. Pero es un fenómeno en evolución y el tiempo determinará si estamos ante una erupción o la relajación del sistema volcánico.