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Diputada por Alicante, senadora territorial... y «giputxi»

La ministra Pajín presume de «donostiarra» y se define como «alicantina de adopción»

D. MARTÍNEZ

La ministra de Sanidad, Leire Pajín, se define como «alicantina de adopción». Militante en el PSOE de Benidorm, candidata al Congreso por la provincia de Alicante en 2000, 2004, 2008 y 2011, y senadora territorial de la Comunidad —designada por las Cortes Valencianas— desde 2009 hasta su entrada en el Gobierno, la ministra se siente en cambio «giputxi» (término coloquial en el País Vasco para referirse a los guipuzcoanos).

Así lo confesaba en una distendida conversación con el resto de ministros vascos del Gabinete de Zapatero —Cristina Garmendia, Ramón Jáuregui y Ángel Gabilondo—, organizada por la cabecera regional de Vocento «Diario Vasco» en diciembre del pasado año, y que quedó recogida en vídeo.

Durante la conversación, Pajín se define como seguidora de la Real Sociedad —los cuatro ministros explicaban que habían quedado para «hacer piña» en el palco del Bernabéu para el partido contra el Real Madrid que se jugó en febrero de este año—, y presume de sus conocimientos de euskera.

«Soy donostiarra y alicantina de adopción», explica. Asimismo, celebra la candidatura de San Sebastián para ser capital europea de la cultura en 2016. Un título que, no sin controversia —se interpretó como un «gesto» hacia Bildu—, fue adjudicado finalmente la capital guipuzcoana. «Hemos celebrado y seguido con mucho detenimiento esa carrera», aseguraba Pajín con entusiasmo.

«De ikastola»

La ministra de Sanidad nació en Andoain —a quince kilómetros de San Sebastián— en 1976, de padre leonés (José María Pajín) y madre vasca (Maite Iraola). No obstante, a los siete años se mudó a Benidorm con sus «aitas» —como se refiere a sus padres—, donde estudió en el colegio público Mestre Gaspar López, comenzó a militar en las Juventudes Socialistas y se formó como socióloga en la Universidad de Alicante. En 2000 dio el salto al Congreso como «número dos» del PSOE por la provincia, y se convirtió en la diputada más joven de España.

Sin embargo, en la citada conversación, Pajín presume de que tuvo tiempo de empezar su etapa escolar en el País Vasco: «Yo soy de ikastola», le dice a Garmendia en un momento de la charla. Un tipo de escuela pública que ofrece enseñanza integral en euskera. Y recuerda con añoranza a su familia guipuzcoana. «Todos los años espero mi regalo de Olentzero», dice en alusión a sus «escapadas» navideñas para visitar a sus familiares.

Precampaña alicantina

El alarde de vínculos vascos que protagoniza Pajín en la charla con sus compañeros de Gobierno contrasta con el papel que ha cultivado en su trayectoria política. Ha militado siempre en el PSOE de Benidorm, sus escaños en Congreso y Senado han estado vinculados a la Comunidad, e incluso ejerció como vicepresidenta de la gestora que, con Joan Lerma al frente, tuteló al PSPV desde la dimisión de Joan Ignasi Pla hasta el congreso que ganó Jorge Alarte —con la inestimable ayuda de la propia Pajín—.

En las últimas semanas, además, la ministra ha dejado de lado sus raíces guipuzcoanas y su alicantinismo «de adopción» para volcarse en la precampaña en la provincia de Alicante. Sus apariciones en actos públicos, visitas a obras e inauguraciones se han multiplicado —pese a que su cartera, la de Sanidad, no tuviera demasiada relación con ellas—, para defender el trato que el Ejecutivo central dispensa a «su» provincia, a la que aspira a representar por cuarta ocasión consecutiva en la Cámara Baja.

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