¿En quién piensa Mariano Rajoy para el Ministerio de Economía?
Con España en el ojo del huracán, el líder del PP sopesa a quién confiar una cartera crítica. Estos son algunos candidatos
guillermo d. olmo
The Wall Street Journal da por hecho que será Cristóbal Montoro , pero la respuesta a la pregunta de a quién piensa Mariano Rajoy encargarle la pesada responsabilidad de dirigir el Ministerio de Economía si, como todo apunta, alcanza el Gobierno, es un ... enigma. Si el candidato del PP a la Presidencia del Gobierno ha dado pocos datos acerca de cuál será su programa electoral, menos aun de quiénes formarían su hipotético equipo ministerial, Como no podía ser de otra manera, la prensa y el público ya hacen sus quinielas.
Lo que sí ha dejado claro Rajoy es cuál será su prioridad si llega a la Moncloa, la economía y el empleo. Más que prioridades, casi obsesiones. Por eso, en el sucesor de Elena Salgado estarán puestas todas las miradas, no solo en España, toda vez que de la solvencia española depende el futuro de la zona euro y en gran medida de la economía mundial. España está en el ojo del huracán y Rajoy necesitará a alguien capaz de llevar el timón en medio de la violenta tempestad, alguien con temple y coraje. Lo mismo que el candidato pide al país.
Estos son algunos de los nombres que suenan:
Luis de Guindos:
Luis de Guindos es uno de los nombres que más suena en los últimos días. Secretario de Estado de Economía en el segundo Gobierno Aznar, en los últimos tiempos se ha concentrado en su puesto de director del IE Business School . Desde esta cátedra ha abogado por la ineluctable receta de la austeridad, pero subrayando que será inútil si no hay crecimiento .
Es el favorito en las apuestas. Su discurso coincide con lo que se conoce del de Rajoy, postula la contención del gasto y generar confianza como mejor estímulo para el crecimiento. Además, se le identifica con la próspera época de Aznar. Le perjudica haber ejercido como asesor en Europa de Lehman Brothers , todo un estigma, pasando lo que pasó con la entidad, pero es dudosa la cuota de responsabilidad que cabe atribuirle por aquel desastre.
Cristóbal Montoro:
En un reciente artículo sobre los dirigentes llamados a dar respuesta al recrudecimiento de la crisis en Europa, se incluía al actual portavoz de Economía del PP como futuro ministro en España. Aunque en el último periodo en la oposición se ha destapado como virulento azote parlamentario de la gestión económica del PSOE , Montoro es un hombre más de perfil técnico, un eficiente gestor, y a su favor juega el haber sido uno de los integrantes del equipo habitual de Rajoy, para el que ha trabajado en la sombra. Montoro presume en su currículum de haber sido ministro de Hacienda en el segundo Gobierno de José María Aznar , que coincidió con años de crecimiento sostenido en el empleo y el PIB, pero ya entonces aparecía como el escudero burócrata de un político de peso como el entonces titular de Economía, Rodrigo Rato. De momento, será cabeza de lista por Sevilla . Después del 20-N, si gana la palabra la tendrá Mariano Rajoy. Montoro estará ahí. Siempre ha estado ahí.
Rodrigo Rato:
Podrían llamarlo Rodrigo el deseado. No fueron pocos los que torcieron el gesto cuando José María Aznar designó como sucesor en 2003 a Mariano Rajoy, ya que veían en Rato un caballo ganador. Dentro del PP muchos no entendieron cómo no fue el actual presidente de Bankia el elegido. Lo avalaba el enorme prestigio de haber conseguido sanear la economía española a marchas forzadas, hasta conseguir el ingreso en el euro. Aunque las voces críticas se han acallado al albur de las espectaculares expectativas electorales de Rajoy, todavía hoy se ve a Rato como el hombre, como la posible panacea para la maltrecha economía española. Las críticas suscitadas tras su paso por la dirección del Fondo Monetario Internacional , de la que dimitió en el verano de 2007, no menoscabaron demasiado su crédito. Aunque desde el PSOE alegan que sus años en Economía fueron los que inflaron la burbuja del ladrillo, fueron los tiempos en los que España se asomó a las puertas del pleno empleo y eso pesa mucho en un contexto en el que el paro se ha convertido en el principal problema nacional.
Si, como se especula, Rajoy busca un peso pesado que transmita una imagen de fiabilidad en los mercados, Rato es el candidato idóneo. El problema es que, aunque se ha dejado ver en actos recientes del partido, no parece muy interesado en cambiar su plácido destino en Bankia por un proceloso regreso al ministerio más acosado.
Jaime Caruana:
Otra opción para lanzar un mensaje de credibilidad a los inversores. El actual director general del Banco Internacional de Pagos, (BIS por sus siglas en inglés) , institución dependiente del FMI, fue gobernador del Banco de España entre 2000 y 2006 y es considerado uno de los hombres de Rato, con quien ha trabajado como subordinado en cargos públicos. El suyo es también un perfil más técnico que político, pero con el matiz de su contrastada experiencia en la Administración y en órganos internacionales. El director del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet , habló maravillas de él y ya en 2006 acertó a pronosticar los problemas que atravesaría España si no disminuía el endeudamiento de las familias. Si, a falta de Rato, Rajoy se inclina por alguien partidario de sus mismas recetas Caruana puede ser una opción.
José Manuel González-Páramo:
Este consejero ejecutivo del Banco Central Europeo ha ganado notoriedad en los últimos tiempos y muchos lo ven como una figura en ascenso. Cuando Gobierno, sindicatos y patronal mareaban la perdiz de la reforma laboral en medio del desasosiego general, González-Páramo fue una de las voces que con más vigor se alzó contra los enjuagues políticos y reclamó una transformación integral del mercado laboral español , al que calificó como «ineficiente o injusto». Censuró con igual firmeza la parálisis del Ejecutivo y las interpretaciones excesivas del entonces presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán y alertó de que si se mantiene el actual modelo será muy complicado reducir el número de parados. El tiempo le está dando la razón. González-Páramo fue nombrado miembro del Consejo de Gobierno del Banco de España a propuesta del Partido Popular en 1994 , institución de la que marchó al emisor comunitario. Se estima que podría concluir su etapa en el BCE y afrontar un desafío para el que muchos piensan que, con su mesura y amplios conocimientos, no hay nadie mejor preparado que él.
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