VAMOS A CONTAR MENTIRAS

Cuando se acercan las elecciones los políticos pierden el norte por un titular en primera plana o en los telediarios. Todo iba razonablemente bien en el PP hasta que Esteban González Pons se le calentó la boca y dibujó en el horizonte de Génova 13, «la creación de 3,5 millones de empleos», los mismos que ha destruido el gobierno socialista. Posteriormente matizaba su desmesura jurando que «solo se trataba de una aspiración». Con cinco millones de parados esta iniciativa es una temeridad. Siguiendo su aspiración, en Castilla-La Mancha deberían crearse 154.000 empleos nuevos en la X Legislatura. Demasiado.

El candidato Alfredo P. rubalcabea, es decir, va de un lado a otro según le mueve el viento de la socialdemagogia. Tras congelar las pensiones y bajar el sueldo a los funcionarios, se ha convertido en el portavoz de los indignados del 15-M, en el líder de la inmersión lingüística en Cataluña y el defensor del estado de Bienestar que él ha dinamitado. Todo para acabar con el paro juvenil de un plumazo. Mentiras.

Estando de acuerdo con las medidas de urgencia tomadas en Educación, no era necesario que el consejero Marcial Marín anunciase en el inicio de curso escolar que en la Región se implantará el multilingüismo en francés y alemán. Sería suficiente que hablara con el profesor Vahugan e implantase en el segundo canal autonómico el sistema «Aprende Inglés», que tanta falta nos hace.

Y por último, recordarle al Síndico Miguel Ángel Cabezas por qué nos ha mentido tan descaradamente desde 1994 con las cuentas (sin ajustar) de la Comunidad. Hasta hace unos días no sabíamos que la deuda era mayor aún que la adelantada por el nuevo Gobierno.

Siempre he creído que el comunismo era la historia más falsa mejor contada. Ahora vemos que la mentira y el engaño son moneda corriente en la política doméstica; antes, en y después de las campañas electorales. Necesitamos políticos que no nos mientan más. Nunca más.