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SOCIEDAD

Procrear para salir de la crisis

Galicia es la segunda comunidad con menor tasa de natalidad y un gran índice de envejecimiento, factores que, unidos a una emigración de los jóvenes, inciden directamente sobre el desempleo y acrecientan la recesión

CRISTINA PICHEL

Con una tasa de natalidad que apenas supera el 8% y con una mortalidad situada en el 10%, Galicia es la segunda comunidad autónoma, después de Asturias, en la que se registran menos nacimientos y en la que el único dato positivo parece ser la esperanza de vida, situada en los 81 años, según un informe del IGE. Mientras que en los años 80 se registraban 40.000 nacimientos al año, los datos de 2010 tan solo ascienden a 20.000 niños.

Todo esto, unido a un alto índice de envejecimiento con Ourense a la cabeza, siendo menos acentuado en las provincias de La Coruña y Pontevedra debido a las migraciones dentro de la comunidad al eje Atlántico, provoca una tasa demográfica negativa que se traslada a la actual situación financiera. «Si esta situación no cambia, la presión demográfica puede ser peor en los próximos años», vaticinó ayer la portavoz de UGT en materia de Igualdad, María do Carmen Brea, quien, junto a su homóloga en CC.OO., Mabel Pérez Sinal, demandó el compromiso empresarial y de las administraciones para revertir esta tendencia que experimenta Galicia.

El acto, que contó con la colaboración de varios diputados de los tres partidos políticos gallegos, estuvo marcado por la necesidad palpable a la hora de identificar las causas que han provocado la regresión demográfica para elaborar un plan de dinamización en este aspecto. Causas como la «ausencia de servicios sociales en las zonas rurales que provoca una emigración interior, la incorporación tardía al mercado o la posibilidad de conciliar la vida personal y profesional», apuntó Brea, quien constató que uno de los problemas más graves en la actualidad es la situación de la juventud, con una alta tasa de desempleo. «Ellos son los que tienen que tener hijos», afirmó la sindical de UGT, aunque el panorama actual impide que tal tentativa se pueda llevar a cabo si no se garantizan «políticas básicas de prestaciones sociales, como en los países nórdicos, donde esto está garantizado gobierne quien gobierne», sentenció Pérez Sinal.

El problema, sobre la mesa: los jóvenes no se sienten capaces de tener hijos porque, o bien no tienen trabajo, o bien las prestaciones sociales son insuficientes. Aun así, el parlamentario del Partido Popular, Román Rodríguez, puntualizó que «hay que relativizar», puesto que no siempre una mayor tasa de paro implica bajos índices de natalidad y tomó como ejemplo Andalucía, en la que se da una situación contraria. Además, dejó entrever que una administración es muy difícil que cambie «una tendencia demográfica que tiene un componente social profundo».

Impuesto reproductivo

Componentes sociales que también se extienden a cuestiones de sexo, ámbito en el que la tasa de paro de las mujeres sigue siendo mayor que la de los hombres, apuntó Brea, y en el que hay que luchar por una conciliación laboral y familiar, para la que es necesario, según el parlamentario del BNG, Herique Viéitez, «mejoras en la infraestructura social».

Cada año, 350.000 mujeres abandonan su trabajo para dedicarse a la familia, dato que se contrarresta con los 14.000 hombres que lo hacen por los mismos motivos, apuntó la sindicalista de Comisiones, quien rechazó la vigencia del denominado «impuesto reproductivo» para las mujeres, según el cual tienen que elegir entre «profesión e hijos». Pérez Sinal aclaró que la actual situación responde a unas «políticas natalistas tradicionales que se basean en la renuncia», la renuncia a tener hijos o a trabajar a la vez, puesto que si se apuesta por la primera opción, muchas mujeres son relegadas de su puesto y otras muchas, sobre todo las que ocupan la franja de edad entre los 25 a los 45 años ya ni son contratadas por «estar en edad de procrear», declaró.

Las diferencias salariales entre los hombres y mujeres, junto con la escaseza de personas de sexo femenino en puestos directivos está a la orden del día. Por ello, la parlamentaria del PSdeG, Beatriz Sestallo, abogó por fomentar «medidas de apoyo social a la vida personal, clave para lograr una conciliación». Medidas que actualmente se están viendo recortadas, consecuencia de una abrupta recesión que pone en entredicho el estado de bienestar y, consecuentemente, aumenta los datos negativos en cuestión demográfica. Procrear semeja una buena solución.

SANTIAGO

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