Los gustos de Rosell
Por Cruyff sabemos que, futbolísticamente, Rosell prefería a Mourinho sobre Guardiola. Estéticamente, a Messi sobre Ronaldo (¿demasiado alto?): «No me gustan los hombres, pero para mi hija prefiero a Messi». Y políticamente, la pujante democracia qatarí sobre cualquier otra. El resto es cosa de ir teniendo ocurrencias, como la prohibición de fumar en el Camp Nou, donde los únicos humos permitidos serán los del pequeño yerno ideal, que no parece de esos que en la boda aprovechan el baile de «El chachachá del tren» para salir corriendo.
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