Hazte premium Hazte premium

Elías Querejeta: «No es posible contar el conflicto vasco en una sola película»

El productor y el director Eterio Ortega abordan el ocaso de la violencia terrorista en «Al final del túnel», con testimonios de militantes de ETA

Elías Querejeta: «No es posible contar el conflicto vasco en una sola película» efe

ITZIAR REYERO

Elías Querejeta (Hernani, 1934) sabe bien que las pistolas no atienden a la lógica, pero lleva años absolutamente convencido de que la violencia terrorista de ETA se acaba, de que su final es irreversible. Ni siquiera el bombazo en la T-4 de Barajas, tras el que las pistolas siguieron matando, le apartó de su empeño por retratar en la gran pantalla esa esperanza de paz, ese brillo final que, según dice, «hoy es más claro y preciso que nunca». ¿Una ilusión incierta? El tiempo lo dirá.

Pero mientras tanto, Querejeta prefiere correr el riesgo e intentar arrojar algo de luz cinematográfica a lo que llama «el conflicto». Tras cinco años de conversaciones previas con el mundo «abertzale», presentó en el Festival de Cine de San Sebastián «Al final del túnel» , su última producción junto al cineasta Eterio Ortega, con el que ambos pretenden «cerrar el círculo» de la violencia.

En el filme se da voz a seis personajes, todos nacionalistas. «Y todos de acuerdo en que ya no tiene sentido la fase armada», precisan.

«Por ejemplo, pensar que la libertad de mi pueblo está por encima de toda dignidad humana. Reconozco que la estrategia político-militar es cruel e inhumana. Afortunadamente me he dado cuenta», reflexiona mientras cose una pelota vasca.

«Esperamos que sea la definitiva»

Más inquietantes son las reflexiones que hace Juan Carlos Yoldi, antiguo candidato a lendakari por HB y militante etarra excarcelado tras 16 años entre rejas. Aparece cortando troncos en su caserío. A la pregunta de si cree que ha merecido la pena todos estos años de violencia y derramamiento de vidas, contesta: «absolutamente».

Sin apenas opción a empatizar con el espectador, habla ahora de que los miembros de ETA son víctimas de sus propias decisiones . «Yo no me quiero justificar, ojo, porque asumíamos todo lo que hacía la Organización».

En el documental también aparece una víctima de ETA y una del GAL . Son Cristina Sagarzazu, la viuda del jefe de Información de la Ertzaintza asesinado por ETA, Montxo Doral, y Edurne Brouard, hija del dirigente de Batasuna, Santiago Brouard, muerto por los GAL. Ambas se reencontraron esta primavera en un homenaje al segundo. Era la primera vez que una víctima de ETA acudía a un acto así. ¿Y por qué elegirla a ella? «Porque Cristina es claramente nacionalista y entra dentro del esquema que estábamos preparando para la película», responde Querejeta.

Ortega introduce un matiz de peso al razonamiento: «Porque es desde el nacionalismo donde se ha gestado lo que es ETA y ya habíamos hecho otras películas con víctimas del terrorismo».

«No podemos hacer una película pesando en lo que pueden pensar los demás. Solo tratas de encontrar la fórmula para que estos personajes se expresen, cuál es su voluntad y su compromiso con el futuro», dice Querejeta. «No se trata de dar altavoz a determinadas personas, sino de reflejar una parte de la realidad lo más honesto y menos partidista posible», completa Ortega.

«Esperamos que sea la última parte de nuestra trilogía» , coinciden director y productor.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación