La terminal se abrirá el día 13 con un viaje a Madrid

Con una estética parecida al aeropuerto portugués de Oporto, el Sáa Carneiro, la nueva terminal del aeródromo de Lavacolla pretende seguir la estela de las mejores instalaciones no solo de España, sino de Europa. Los cientos de personas que ayer pisaron por primera vez el nuevo y remodelado aeropuerto santiagués rumoreaban que era un «pequeño Barajas». Pero ni tanto, ni tan poco como el que teníamos antes, sino más bien un nuevo complejo que abastecerá las necesidades de una ciudad de gran atractivo turístico y con un emblema, como es el Camino de Santiago y el Xacobeo, que atrae a miles de viajeros de todo el mundo cada año.

La terminal se pondrá en marcha el próximo día 13 de octubre, con un viaje inaugural a Madrid a las 6.55 de la mañana, que espera ser el «despegue» de esta nueva obra, apuntaba Feijóo. Aun así, la nueva torre de control ya entrará en funcionamiento el 21 de septiembre, abasteciendo los servicios de la actual terminal que cerrará sus puertas tan pronto se abran las de su progenitora. Todo se enmarca en un proyecto ambicioso no solo para Santiago, sino para Galicia en general, apostando por crear un aeropuerto sólido en la capital gallega, que se verá respaldado por el resto de obras que se están sucediendo en los otros dos aeródromos de Vigo y La Coruña.

Otro punto importante a tratar lo conforma la amplia oferta comercial, pues esta terminal aumenta su perímetro en casi mil metros cuadrados más. Tras las zonas de embarque, entre otros muchos comercios, se puede observar la instalación de una tienda de Adolfo Domínguez, uno de los emblemas de la tierra gallega y una de las primeras impresiones con las que se irán, y vendrán, los turistas que visiten la ciudad. Lavacolla dejará, desde el próximo día 13, de estar a la cola en cuanto a la innovación aeroportuaria para ocupar uno de los primeros puestos en la lista nacional.