El intento de recuperar a Amorós rompe otra vez al PSOE alicantino

Nuevo conato de rebelión en el PSOE alicantino. La confección de las candidaturas al Congreso y el Senado por la circunscripción ha vuelto a evidenciar el malestar de buena parte de los militantes en la provincia con su secretaria general, Ana Barceló —mujer de confianza de la ministra de Sanidad, Leire Pajín—.

El objeto de la controversia no es otro que el futuro del ex portavoz socialista en la Diputación Antonio Amorós, también muy próximo a la titular de Sanidad. El ilicitano, auténtico superviviente de la política alicantina, ha recibido el respaldo de la ejecutiva provincial —controlada por los afines a la ministra— para convertirse en candidato al Senado, tal como adelantó ABC antes de las pasadas elecciones autonómicas. Una propuesta con la que no están dispuestos a transigir muchos de los secretarios generales locales de la provincia.

Según ha podido saber ABC, los coordinadores comarcales del PSOE alicantino trasladaron la pasada semana a varios secretarios generales locales que debían proponer a Amorós —imputado en el sumario del «caso Brugal»— como candidato a la Cámara Alta, junto a la actual subdelegada del Gobierno en Alicante, Encarna Llinares, y un tercer aspirante de su elección. No obstante, los líderes locales del PSOE en varios municipios han optado por hacer oídos sordos a la exigencia, y sus asambleas han propuesto nombres alternativos.

Solo el PSOE de Elche (donde milita Amorós) apoyó la propuesta en su asamblea, celebrada el pasado fin de semana. Según las fuentes consultadas, son varios los dirigentes locales del partido que han mostrado su malestar con el nuevo intento de imposición por parte de la dirección provincial —que se reunirá mañana para revisar y, en su caso, modificar las propuestas elevadas por las asambleas locales—. Anoche, la asamblea del PSPV en Aspe rechazó a Amorós por estar imputado.

Barceló ya se topó con la rebelión de varios concejales de la provincia al imponer los nombres de los diputados provinciales. Casi la mitad de ediles de la Vega Baja se ausentó de la votación para evidenciar su malestar, mientras en la Marina Baja se impuso la opción de la edil de Alfaz del Pi Genoveva Tent —actualmente en el grupo de no adscritos— frente a la propuesta oficial de Pepa Iborra (edil en La Nucía).