Mi cara con mi ídolo

¿Por qué regalar un portafotos si se puede poner en la espalda de un jugador de fútbol profesional? Se puede. Lo hace Playing 2, una empresa española que aspira a rediseñar los dorsales de las camisetas de la Liga de fútbol. De momento, el Sevilla y el Granada son los dos primeros clubes, y algunos más están en proceso de negociación. «Ofrecemos la posibilidad de que el aficionado alquile un espacio en el dorsal de un jugador de su elección» , explica Miguel Membrano, socio fundador. «Proponemos una forma de mejorar el vínculo entre el club y su afición. Incluso hay gente que nos escribe porque no se cree la posibilidad de “pegar” su cara en la camiseta de su ídolo. Les parece imposible y dicen algo así como que si no lo ven no se lo creen».

Los incrédulos pueden convencerse, la historia es real, y además sirve para presumir. « Con el espacio damos a cada seguidor un carné , un certificado y distintas aplicaciones en internet para que enseñen a todo el mundo que ellos también sudan la camiseta. A la gente le gusta su equipo, le gusta saltar al campo con ellos». Todo funciona a través de la red. Solo hay que entrar en la web ( Playing2.com ) y seleccionar equipo, jugador y el lugar dentro del número que se quiera ocupar.

Precisamente son las nuevas tecnologías las que han modificado los usos de la fotografía. Internet convierte cada ordenador en una imponente impresora a distancia con la que obtener desde libros hasta edredones. Para Remigio Llul, director de marketing de Hofmann, « el fotolibro viene a ser como la evolución natural del revelado , pero hay que ofrecer una personalización de productos a nivel máximo. Es el resultado del desarrollo de la tecnología». De esta forma, y tras la explosión doméstica en 2003 de la fotografía digital, la «fotodecoración» comenzó a abrirse paso poco a poco. «La fotografía adquiere otra dimensión y permite crear piezas únicas», apunta Llul. Según John Suarez, de SmartPhoto, «el cliente español siente necesidad de crear productos originales, regalos inolvidables».

Camisetas, álbumes, cojines... todo se puede personalizar ; pero también las bebidas. En 2008 fueron 90 los rostros afortunados que ilustraron los envases de Pepsi. Se trataba de una campaña publicitaria ideada por Contrapunto BBDO. «Los jóvenes se registraban en una “comunidad virtual” donde podían mostrarse tal y como eran, jugar con sus distintas caras, votar y contactar con otros participantes», cuenta Josep Maria Rochera, de Contrapunto.

Quién sabe si el vecino del cuarto se bebió al del quinto. Fuese lo que fuese, las fotos del niño, de la abuela o del perro son susceptibles de convertirse en el jugador número 12 o en un vaso de tubo. Todo vale. El marco ha muerto.